Un muy abatido Kylian Mbappé, sentado sobre el césped y con la cabeza baja, recibió el consuelo del presidente francés, Emmanuel Macron, que bajó al terreno de juego a consolar a los jugadores "bleus" tras la final del Mundial que perdieron ante Argentina.
Las cámaras de televisión mostraron cómo Macron se agachó para hablar un rato con la estrella francesa, a la que dio también algunas caricias cariñosas.
Vraiment un drôle de moment… #ARGFRA #Mbappe #Macron pic.twitter.com/2nS4SRgpST
— Antoine Llorca (@antoinellorca) December 18, 2022
La final perdida en los penaltis fue un rudo golpe para Mabppé, a pesar de ser el máximo goleador de este Mundial y de convertirse en uno de los dos jugadores que han marcado tres tantos en una final mundialista, ya que aspiraba a igualar al legendario Pelé, el único futbolista que ha ganado dos títulos de la Copa del Mundo, y consecutivos, antes de los 24 años.
Tras intentar consolar a Mbappé, que se quedó un rato más sentado y abatido con la mirada en el infinito, Macron saludó al seleccionador Didier Deschamps y a otros jugadores franceses.
Mbappe wants to get away from Macron so bad but he ain’t letting him go 💀
pic.twitter.com/QAqX49p0L3— ً (@tsimiks) December 18, 2022
Macron estuvo en el palco del estadio de Lusail, al contrario que el presidente argentino, Alberto Fernández, que no viajó a Doha para esta final.
Las imágenes de televisión que periódicamente enfocaban al palco mostraban a un Macron inicialmente enérgico -apretando el puño con el canto de La Marsellesa antes de iniciar el partido- y luego aplaudiendo alegre el primer gol de Mbappé que dio esperanzas a la selección frandesa.
Esa alegría se transformó en entusiasmo con el gol del empate, apenas dos minutos después, con el jefe del Estado francés poniéndose de pie y estirando los brazos.
Para el tercer gol francés, obra también de Mbappé, que volvió a empatar el partido y llevó la final a los penaltis, Macron ya se había quitado la chaqueta y arremangado la camisa.
Aplaudiendo con fuerza y muy sonriente, Macron mostró que, cuando el Mundial está en juego, poco importan los protocolos.
Posteriormente, el presidente francés participó en la ceremonia de entrega de trofeos, junto con el jeque de Catar, Tamim ben Hamad Al Thani, y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.