Cheikh Sarr rompe su silencio tras los insultos racistas que vivió en Sestao: "No me parece justo"

El pasado fin de semana quedó marcado por varios episodios racistas que se vivieron en el fútbol español. A los gritos de “mono” a Maros Acuña, jugador del Sevilla, y de "gitano" a Quique Sánchez Flores en el Coliseum, se unieron los presuntos insultos racistas que recibió el portero del Rayo Majadahonda, Cheikh Sarr. El guardameta saltó la valla que separa el campo de los aficionados y agarró de la bufanda al hincha que habría cometido los actos. El lunes rompió su silencio en El Partidazo de Cope, con Juanma Castaño.

Sarr explicó las palabras que escuchó desde la portería de Las Llanas, el estadio del Sestao River. Desde un sector de la grada, un grupo de aficionados se habría dirigido a él como “puto negro” o “negro de mierda”. Le gritaban “corre” y emitían sonidos de mono. Todo empezó a partir del minuto 50 y en la recta final del encuentro, Sarr se hartó, se giró y se encaró con el presunto autor, a quien pidió explicaciones.

Días después de que se produjeran los hechos, el portero se mostró arrepentido por su reacción. “Pido disculpas por el acto que yo he hecho, el ir a por su bufanda. Pero no lo hago como acto violento. Quería solo preguntarle por qué me está tratando así, por qué me está insultando”, pronunciaba ante el micrófono de COPE. “Pido disculpas a toda la gente del mundo del fútbol”, zanjaba.

Cheikh Sarr, el racismo y la sanción a la que se expone

En el citado programa, el protagonista desveló las palabras que tuvo con Vinicius tras el lamentable episodio vivido. “Estoy muy orgulloso de Vinicuis. Voy a muerte con él, porque también lo ha vivido un montón de veces. Nos dimos las gracias por apoyarnos y por luchar por el racismo”, explicaba.

A pesar de haber sido víctima, siempre presuntamente, de un caso de racismo, Cheikh Sarr se expone a unas graves consecuencias, entre las que se incluye una sanción para su equipo. El Rayo Majadahonda podría perder 3 puntos, además de que se concluyese el encuentro del sábado con un resultado de 3-0 favorable al conjunto vizcaíno. Junto a ello, el futbolista se expone a una sanción de entre cuatro y ocho partidos por encararse con la grada.

“No me parece justo”, replicaba Sarr ante las posibles conseucencias de su reacción. “Una persona no puede vivir una situación tal cual y además que lo sancionen”, añadía.