El Deportivo de La Coruña se enfrentó al CD Arenteiro en el partido correspondiente a la jornada 34 de Primera RFEF. Un duelo marcado por la polémica con el portero del cuadro visitante a Riazor y la 'cláusula del miedo' sobre Pablo Brea. Con Diego Rivas inscrito como portero del cuadro ourensano arrancó este duelo, que finalizó con empate a dos en el estadio de Riazor. Pese a las repetidas intentonas de los de Imanol Idiakez, al cuadro herculino se le escapó el triunfo en los últimos 25 minutos.
Y es que el Dépor arrancó ganando gracias al gol de David Mella. Una jugada por banda izquierda llegó a Lucas Pérez, que puso el balón al corazón del área, donde David Mella remachó a gol. El cuadro visitante pedía un fuera de juego del '7' antes de dar la asistencia, pero al no existir VAR ni otros medios no se pudo comprobar.
Los herculinos, muy volcados al ataque, tuvieron ocasiones como para haber ampliado la ventaja aún más. Sin embargo, esto no sucedió en la primera mitad. Tampoco la igualada del Arenteiro, que merodeó la portería de Germán en un par de ocasiones, aunque sin peligro real. De esta manera, el encuentro se fue al descanso.
Fue en la segunda parte cuando el Deportivo sí que consiguió aumentar la diferencia en el marcador. Lo hizo con un auténtico golazo de Diego Villares, quien, con el interior de su bota derecha, buscó (y encontró) la escuadra de la portería defendida por Diego Rivas.
Sin embargo, poco después el Arenteiro logró recortar distancias. Fue Luis Chacón, que estuvo a punto de fichar por el Dépor el pasado mercado de invierno, quien logró recortar distancias en el electrónico en una acción a balón parado. Raúl Alcaina intentó despejar un centro que peinó pero no desvió, y le cayó al talentoso atacante coruñés, que esperaba en el segundo palo solo y sin oposición. Con toda la tranquilidad del mundo puso la bota para que se introdujera en la red de la portería que defendía Germán Parreño.
Pero lo peor aún estaba por llegar. Y es que el Deportivo acabó sufriendo sobre el césped de Riazor. Tanto es así que acabó encerrado en su área defendiendo centros laterales y córners como gato panza arriba. Fue entonces cuando el protagonista del día, Diego Rivas, subió a rematar. Y, si bien no lo consiguió, sí que logró prolongar un balón dentro del área. Fue entonces cuando Jorge Romay empaló el balón con el empeine de su pierna derecha, en el minuto 4 del descuento, para empatar el partido.
El veterano jugador del Arenteiro con pasado en el filial del Deportivo, pidió perdón por su gol a Riazor pocos instantes antes de que sonara el pitido final del partido. Un tanto que propició que el Dépor perdiera dos puntos importantes, claves de cara al encuentro de dentro de dos semanas en Riazor frente al FC Barcelona Atlètic y en la lucha por el ascenso de Primera RFEF.