Alfa Semedo, jugador del Espanyol cedido por el Benfica, era el único fichaje que aún no había debutado. Sin embargo, el pivote, tras formalizar su pase la pasada semana, no tardó demasiado en contar con su primera oportunidad.
Rubi decidió darle entrada durante la segunda mitad en Mestalla ante el Valencia para que aportase físico y fortaleza a un centro del campo que había ido perdiendo fuerza con el paso de los minutos.
Semedo no defraudó y se convirtió en todo un quebradero de cabeza para los mediocentros valencianistas. El africano mostraba en el fútbol español sus principales características en apenas 20 minutos de juego: fuerza, potencia y gran conducción de balón.
El joven centrocampista llegaba el pasado mercado invernal con la intención de fortalecer la medular del equipo de cara a la parte más importante y trascendente de la temporada y así será de cara a los próximos encuentros.