El entrenador del RCD Espanyol, David Gallego, presenta una línea continuista respecto a su predecesor, Joan Francesc Ferrer 'Rubi', pese a contar con un sello propio que está calando en el vestuario, clave de cara al estreno en la Liga Europa el próximo 25 de julio ante el vencedor del Stjarnan-Levadia (en el encuentro de ida el conjunto islandés consiguió derrotar al estonio por 2-1).
El técnico quiere que su Espanyol sea protagonista en el terreno de juego, ante cualquier rival y escenario. La plantilla tiene sus limitaciones, pero la vocación ofensiva del cuadro blanquiazul, así como el control del balón, es innegociable.
David Gallego es un amante del fútbol de toque y de posesión. Pese a todo, el entrenador del Espanyol quiere un ataque incisivo y directo, sin más pases de los necesarios para llegar a la portería contraria. Persigue un juego bonito y práctico.
La portería de Diego López debe estar siempre vigilada y arropada. La solidaridad entre líneas y el repliegue defensivo son conceptos que deben estar siempre presentes en el fútbol del equipo. Hay que ir al ataque, pero sin riesgos.
Gallego llega al primer equipo tras dirigir al filial. El técnico conoce a la perfección el rendimiento de los canteranos y no tiene ningún problema en tirar de la base si lo ve necesario. No regalará nada, aunque tampoco se fija sólo en la jerarquía.
Es algo que lleva repitiendo desde su presentación. El entrenador quiere que los pericos estén, por encima de fórmulas futbolísticas, orgullosos de su equipo. Vaciarse en el terreno de juego es la mayor exigencia del preparador blanquiazul.