La vida en Moscú

El CSKA Moscú recibe este jueves al RCD Espanyol con la moral por las nubes tras alcanzar el liderato en el campeonato local, pero está necesitado de puntos en la Liga Europa tras ser vapuleado en la primera jornada por el Ludogorets (5-1).

Después de disputar la fase de grupos de la Liga de Campeones durante las últimas temporadas, el equipo del Ejército ruso no empezó con buen pié la segunda competición europea.

Debido a las bajas por lesión, los moscovitas han tenido que presentar en los últimos partidos una defensa de circunstancias, lo que les salió muy caro en tierras búlgaras a mediados de septiembre.

Por ejemplo, en el partido del fin de semana en casa del Ural en la liga rusa el CSKA salió con dos defensas de 20 (Divéev) y 23 años (Sarlija), lo que demuestra los problemas que tiene su técnico, Víctor Goncharenko, para forma un once de garantías.

Con todo, no le fue mal al equipo moscovita, ya que con la contundente victoria del fin de semana (0-3), se encaramó a la primera posición de la clasificación, algo impensable hace sólo unas semanas.

En ataque los rusos están mucho más enchufados que al principio de la temporada. El croata Vlasic parece el mismo jugador que deslumbró el pasado año y su goleador, Chálov, demuestra que es el futuro del fútbol ruso.

Goncharenko suele apostar de inicio por tres centrales, lo que le da más libertad a Mario Fernandes, el brasileño nacionalizado ruso que se convirtió en un héroe nacional en el Mundial de Rusia.

Mario, jugador pretendido por varios clubes españoles, juega este año casi de interior y es una amenaza constante para sus rivales con sus subidas y sus remates viniendo desde la segunda línea.

Eso sí, con vistas al partido ante el Espanyol, es posible que el joven Kucháev vuelva al banquillo y juegue de titular el mediocentro serbio Bystrovich, que acompañaría a Akhmétov en la medular.

El Espanyol afronta el segundo partido de la fase de grupos de la Liga Europa en uno de los momentos más delicados de la temporada, con los resultados del equipo bajo mínimos y la figura del entrenador, David Gallego, cuestionada por la afición blanquiazul.

El vestuario catalán evita el alarmismo y apuesta por pensar en positivo, pese a no haber ganado un encuentro de los últimos cuatro que ha disputado entre todas las competiciones. De todos modos, la situación es complicada. El equipo presenta una evolución en el juego, aunque no termina de convencer sobre el césped.

Más allá de mejorar sus sensaciones y ganar crédito, los hombres de Gallego confían en obtener una victoria en Moscú para compensar el inesperado empate en la primera jornada del torneo, frente al Ferencvaros húngaro en el RCDE Stadium. El nivel del Espanyol, pese a todo, es mejor fuera de casa que en su estadio.

El cuerpo técnico hizo pública ayer la lista de convocados, antes de viajar esta mañana a Moscú. En ella no están Bernardo, Naldo ni Pipa. Tampoco han entrado en sus planes los lesionados Ferreyra e Iturraspe. Las novedades son Lluís López, Víctor Gómez y Corchia, que ya se ha recuperado de sus molestias.

David Gallego deberá calibrar el once inicial pensando, además, en el choque frente al Mallorca del próximo domingo, esencial para la buena salud de los blanquiazules en LaLiga. En cualquier caso, el preparador no tiene intención de renunciar a su idea de juego: querrá el balón y ser protagonista.

Será la primera vez que el CSKA y el Espanyol se enfrenten en toda su historia. El cuadro moscovita, de todos modos, es un gran conocido por los equipos españoles tras su participación en la Liga Europa y la Champions: frente a los compatriotas de los pericos, el CSKA ha jugado nueve veces, con cinco victorias y una derrota.