El Pitu Abelardo se estrenó este pasado sábado como nuevo entrenador del RCD Espanyol con un importante punto gracias a los tantos de David López y Wu Lei. El míster, ex del Alavés, movió a su equipo, modificó piezas y dejó dos grandes cambios que podrían afectar de forma directa a tu partida en Comunio.
El primero de ellos, y casi el más importante en el juego de su equipo, el sistema. Abelardo abandonó el 1-5-3-2 de Pablo Machín para volver al 1-4-4-2 utilizado anteriormente por Gallego.
Los blanquizules reforzaron el centro del campo y sus bandas con dos hombres que permitían aportar mayor relevo y frescura en ataque. A pesar de que la zaga perdía a un hombre 'fijo', ganaba mayor llegada en ataque por dentro.
Este cambio repercutió de forma directa en el segundo gran cambio del equipo: David López, habitual central en los últimos meses, volvió a su posición de origen y disputó el encuentro ante el Barça como centrocampista.
Su repercusión en el juego creció considerablemente y ello le podría permitir, en el fútbol no hay nada seguro, sumar más puntos, más llegadas y mejores estadísticas en cada una de sus apariciones.
Aunque no es un cambio como tal, el Espanyol sí aprovechó una de las grandes señas de identidad de Abelardo: el balón parado. El técnico del Espanyol se ha caracterizado, como ya sucedía con Pablo Machín, por ser un estudioso de las jugadas tácticas y ante el Barça ya le sacó rédito.
A diferencia de Pablo Machín, que contaba con Bernardo como su hombre referencia en jugadas ensayadas, David López fue esta vez el encargado de dar vida a la pizarra de Abelardo ante el Barça.