Más de un millar de aficionados del RCD Espanyol celebró junto al equipo en los aledaños del RCDE Stadium el ascenso matemático a LaLiga Santander, después del empate del sábado contra el Zaragoza en La Romareda (0-0).
La expedición blanquiazul llegó al estadio alrededor de las 12.30 horas, tras dormir en Zaragoza, y los jugadores y el cuerpo técnico se detuvieron antes de la entrada del aparcamiento del autocar. El retorno a la máxima categoría ha sido muy festejado por los aficionados.
El centrocampista Keidi Bare resumió el sentimiento de muchos seguidores. "Es el día más feliz de mi vida", afirmó el futbolista, ante la emoción y los cánticos de todos los asistentes. "Al fin lo conseguimos, gracias por todo. Sin vosotros no hubiera sido posible", insistió el portero Diego López.
El capitán David López, por su parte, fue uno de los maestros de ceremonia, instando al público a arropar al equipo en Primera en las gradas, cuando las restricciones terminen. Hasta el extremo chino Wu Lei se animó, traductor mediante, a celebrar el ascenso a la máxima categoría.
Algunos, como el atacante Javi Puado, insistieron en el reto que tiene el Espanyol en la siguiente temporada. "El año que viene debemos hacer una gran campaña. Este camino ha sido muy largo y me alegro como todos de haber subido a Primera", comentó el canterano, una de las sensaciones en el tramo final.
Por su parte, el delantero Raúl de Tomás no pudo estar en la celebración, al estar infectado por el coronavirus. De todos modos, los responsables de prensa del club le pasaron el teléfono y, a través de la megafonía, pudo participar de la fiesta en los aledaños del RCDE Stadium.