El RCD Espanyol selló este sábado, de forma matemática y con el empate contra el Zaragoza en La Romareda (0-0), su regreso a LaLiga Santander diez meses después, un ascenso rápido y sin apenas momentos de duda en una temporada en el que los blanquiazules han dominado con claridad la categoría.
Los 72,5 millones de euros del Espanyol es el más alto de la historia de Segunda División. Desde el inicio de la campaña, el cuadro blanquiazul ha sido el rival a batir en la categoría, una etiqueta que el equipo ha asumido con naturalidad y sin esconder nunca que ascender a Primera era una obligación.
El delantero Raúl de Tomás, ahora afectado por el coronavirus, es el máximo realizador de la categoría con 22 dianas. De todos modos, el madrileño no es el único gran argumento ofensivo de un equipo con un ataque demoledor: Puado acumula once tantos y Embarba, nueve.
El Espanyol únicamente ha encajado 23 goles en lo que llevamos de temporada. Es el bloque, hasta ahora, más sólido de la clasificación. El portero Diego López y la eficacia de sus centrales y mediocentros ha convertido al cuadro catalán en un hueso para cualquier rival.
El vestuario blanquiazul nunca ha sacado pecho de su teórica superioridad. Los futbolistas se han mostrado humildes, prudentes y nunca se han dejado llevar por la euforia. Además, no hubo fugas este verano tras el descenso, lo que elevó el nivel del grupo.
El entrenador ha sabido liderar un proyecto ganador, pero con la exigencia imperativa de ascender. El preparador valenciano ha motivado al grupo, ha cuidado las individualidades y ha mantenido una línea de trabajo, constancia y prudencia que ha devuelto al Espanyol a Primera.