El Sevilla FC y el RCD Espanyol se citan casi sin tiempo para saborear los triunfos que lograron el pasado miércoles en la sexta jornada de LaLiga Santander, pero también con ganas de que la inercia de las victorias sea como una especie de rebufo para sumar otra.
El conjunto andaluz se impuso en su campo al Valencia (3-1) y cortó una racha de tres empates consecutivos, dos en LaLiga y otro en la UEFA Champions League, y además lo hizo de forma convincente en un partido que ya vencía 3-0 a los veintidós minutos, mientras que la formación catalana ganó, también como local, al Alavés (1-0) y logró su primer triunfo de la campaña.
El entrenador del Sevilla, Julen Lopetegui, desde que acabó el partido ante el Valencia, estudia el desgaste físico de los suyos, que han alternado casi sin descanso los partidos del torneo doméstico con el europeo, éste en el que ya se enfrentó al Salzburgo austríaco y en el que el próximo miércoles se encontrará en Alemania con el Wolfsburgo.
El Espanyol asume que el bloque andaluz presentará muchos más problemas que su anterior rival, colista de la categoría. En cualquier caso, los tres puntos han disparado la moral de los pupilos de Vicente Moreno, que no renuncian a nada en el Sánchez Pizjuán. Rozar la perfección es la consigna del cuerpo técnico para este compromiso.
La historia reciente dibuja un escenario complicado para los catalanes en el Sánchez Pizjuán. El Espanyol no ha ganado en sus últimas nueve visitas a tierras andaluzas, partidos que se han saldado con dos empates y siete derrotas. El triunfo periquito más reciente fue en la 2010-11 (1-2).