Diego Martínez, entrenador del RCD Espanyol, no escondió su satisfacción por el punto que rescató su equipo en Balaídos, después de igualar un 2-0 al Celta de Vigo cuando, puntualizó, “lo más fácil hubiese sido dejarse ir”.
“Empatar un 2-0 tiene mucho mérito, y más en las circunstancias tan complejas en las que estamos. Cuesta mucho venir a Vigo y hacer un partido de tú a tú a un equipo tan difícil y técnico como el Celta. A mis jugadores no se le puede reprochar que no tienen fe, compromiso y trabajo”, declaró en rueda de prensa.
En este sentido, dijo que el punto se lo ganaron “a pulso” porque han hecho “un esfuerzo muy grande”, sobre todo para rehacerse del “golpe” que supuso el tanto de Iago Aspas al filo del descanso.
“El gol de Aspas no hacía justicia a los méritos del equipo. En el descanso todos coincidíamos en que el camino del partido era el bueno. Pero Iago Aspas siempre encuentra el espacio, no sé como lo hace pero siempre lo encuentra, es muy bueno”, declaró.
El entrenador gallego eludió responder si el jugador del Celta Denis Suárez puede acabar en su equipo, “es un tema más para la dirección deportiva, pero está claro que es un futbolista muy bueno”, aunque sí confesó que necesitan más refuerzos.
“Todos somos conscientes, en el club y en la afición, de que todavía estamos por hacer. Somos un equipo que está incompleto, más allá del margen de mejora. Lo que está claro es que el equipo no puede rendirse nunca, siempre tiene que dar la cara, y eso transmite y contagia. Además va con los valores del Espanyol”, indicó.
En cuanto a la jugada del penalti, aseguró que lo tenían claro porque sus entrenadores asistentes "desde arriba la vieron muy clara. Hay contactos y situaciones que, desde la existencia del VAR, son más susceptibles de ser pitadas”, dijo.
✅ FINAAAAAAAAL! Remuntada per acabar el primer partit de @LaLiga! 𝐔𝐧𝐚 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐟𝐞.#CeltaEspanyol pic.twitter.com/eRr3GUCAYc
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) August 13, 2022