Diego Martínez, entrenador del RCD Espanyol, afirmó tras el empate a uno ante el Mallorca en el estadio Son Moix, que su equipo está "dolido" porque "queríamos los tres puntos ante un rival muy complicado".
"En la primera parte solo nos faltó el gol, más precisión en el último tercio del campo, concretar el peligro que generamos. Me gustó mucho la personalidad de mi equipo ante una defensa muy cerrada, muy sólida, en un partido que se nos complicó con ese gol tempranero en la segunda parte (de Vedat Muriqi)", dijo Martínez.
El entrenador de los blanquiazules insistió en que sus jugadores demostraron "el alma de este equipo" al sobreponerse a las dificultades.
"Es cierto que no estuvimos finos del todo en las transiciones, que nos faltó acierto arriba, pero cuando la victoria no puede ser, por lo menos hay que sumar un empate", valoró.
Martínez rehusó opinar sobre el posible penalti de Brian Oliván a Ángel Rodríguez en el tramo final del partido y tampoco quiso calificar de "afortunado" el gol de José Pablo Lazo.
"Nos han pasado cosas muy anómalas y hay que darle la vuelta a la balanza de la fortuna y multiplicarla por cien para explicar lo que nos ha ocurrido esta temporada", dijo en relación al gol del empate de su equipo.
"La acción del penalti no la he visto repetida, pero yo no comento ese tipo de acciones y tampoco hablo del VAR", remarcó Diego Martínez.