El Espanyol enciende de nuevo las alarmas: "Pedimos perdón"

El RDC Espanyol, con la última derrota frente al Getafe (1-0), vuelve a encender las alarmas con un nuevo traspiés tras ser eliminado de la Copa del Rey a manos del Barbastro (2-0), dos encuentros que borran la buena imagen del bloque al ganar al Celta el 30 de noviembre (3-1).

Los catalanes viven un día de la marmota prácticamente constante, ya que no han encadenado resultados positivos desde las cinco primeras jornadas ligueras. Los blanquiazules, después de la derrota contra el Getafe, han sumado tres puntos de los últimos 18 posibles en la competición regular.

De nuevo, el foco está puesto en las asignaturas pendientes habituales: el rendimiento fuera de casa (es el segundo peor visitante con sólo un punto conseguido) y el acierto ante la portería contraria. Después del encuentro, el vestuario periquito reconocía que la puntería debería mejorar de forma inmediata.

El centrocampista Pol Lozano, en declaraciones al club, ha lamentado el curso del choque: "Es imposible venir aquí, tener tantas ocasiones y no puntuar, imposible. Tenemos que ser autocríticos, no puede ser. No puede ser fallar fuera de casa. Pedimos perdón por perder, estaré una semana mal".

Su compañero, el portero Joan García, coincidió con el canterano. "Estamos creando ocasiones, pero no hemos sabido marcar gol. Nos falta lo último, empujarla hacia dentro", ha resumido. Ambos coincidieron en la importancia del choque contra Osasuna de este sábado: "Es trascendental para nosotros".

El calendario hasta cerrar el año 2024 no es sencillo: después de Osasuna, que está rozando los puestos europeos de la tabla, el Espanyol se mide a un Valencia lleno de urgencias entre semana, ya que es el partido aplazado por la DANA. Los de Manolo González despiden diciembre visitando a Las Palmas.

El siguiente encuentro frente a Osasuna marcará el estado de ánimo de la afición. En casa, el Espanyol ha mostrado su mejor versión. Una derrota más podría resultar insalvable para el crédito del equipo y del cuerpo técnico, que asumía, antes del Celta, que un mal encuentro podría tener consecuencias.