{mosimage}Partimos de la base de que el árbitro estuvo horrible y de que Álvarez Izquierdo se inventó un penalti sobre Smolarek a un metro de la línea del área, que supuso la expulsión justa de Juanito y el error en la transformación de Jorge López. Una vez dicho esto y dejado claro que esta acción no influyó en el resultado, cabe reseñar que lo mejor del partido de los verdiblancos se resume en el punto conseguido. El equipo de Cúper ha vuelto a mostrarse muy inseguro en defensa y se ha librado de la derrota merced a la tremenda falta de pegada de un rival que ha sido mejor conjunto sobre el terreno de juego. El empeño que ha puesto la plantilla del Betis no ha venido acompañado de la calidad suficiente para atar de pies y manos a un adversario que, por mucho entrenador que tenga, adolece de gol de forma preocupante. Algunos dirán que se suma un nuevo encuentro sin perder, pero también deberían detenerse en el detalle de que también este resultado significa un nuevo partido sin ganar en casa.
En lo deportivo, muy mal el betis en la primera mitad en la que el Rácing fue claro dominador. A pesar de ello, Xisco estrelló un balón peligroso en el palo. En la segunda mitad, buena imagen hasta el gol de los verdiblancos (min. 62) en el que Xisco anotaba tras error defensivo. A partir de ahí, el betis se vino atrás para volver a dar el terreno ganado a los cántabros a la espera de que le empataran. La falta de ambición de los béticos provocó ocasiones para el rival que la tuvo, antes del inexistente penalti, en las botas de Colsa. Después, lo dicho. Juanito es expulsado con acierto y Jorge López falla la pena máxima. Los de Cúper fueron incapaces de cerrar el partido y, no sólo recibieron el tanto del empate de Jorge López (min. 86), sino que a punto estuvieron de perder en una ocasión de Munitis que falló ante Ricardo. Jugando así, el betis va a sufrir mucho en su campo y, por supuesto, en la Liga.