De todas formas, explicaba que el partido ante el Valladolid no tiene por qué ser determinante: "Queremos ganar por tener tres puntos más, pero no vamos más allá de eso. Sería importante, pero queda mucho campeonato. Ganar nos haría seguir en la buena senda. Es el rival más fuerte al que nos hemos enfrentado, pero no nos va a hacer cambiar nuestra forma de hacer las cosas". Y hablaba de la forma de jugar que debe tener el equipo: "Hay un 80% de la gente que está aquí que no estaban el año pasado. Este año tenemos que ser humildes y saber que no habrá partidos fáciles. Ellos están demostrando que son el mejor equipo de Segunda, por algo van primeros. No buscamos revanchas".
Comentaba que "la presión no me asusta. Nosotros tenemos que ascender por entidad, por historia y por todo lo demás. El que no sepa trabajar con esta presión no puede estar aquí".