Parece mentira que el último enfrentamiento entre Valladolid y Betis se saldara con una de las tardes más trágicas que recuerda la afición verdiblanca en los últimos añós. Cuatro temporadas peleando por eludir el descenso concluyeron con un batacazo en el que el cuadro vallisoletano se salió con la suya para permenecer en Primera dejando a la hinchada verdiblanca sumida en el pozo de la desesperación. Desde aquel día ya ha llovido mucho. El Betis ha evolucionado, le ha tomado el pulso a la categoría y con la llegada de Mel ha sido capaz de postularse como un aspirante serio al ascenso.
La solidez del conjunto de La Palmera y su racha victoriosa hacen del partido de este domingo el encuentro más atractivo que se pueda ver en la Liga Adelante. Enfrente de los béticos se presenta un equipo con letras mayúsculas. Un rival que ha sabido adaptarse a las circunstancias y que, lejos de lamerse las heridas, ha sido capaz de tomar el toro por los cuernos y dejar muy claro desde el principio que quiere volver a la elite a la menor oportunidad. Con permiso del Rayo, en el Ruiz de Lopera se ven las caras los dos mejores equipos de la categoría. La pelea ya no es por mantenerse, sino por convertirse en uno de los elegidos de la Primera División. Sin duda, uno de estos partidos en los que hay en juego mucho más que tres puntos.
En el Betis, Mel volverá a tirar del once que le está dando tan buenos resultados. La única baja será la de Nacho, sancionado, por el que ha entrado en la lista Roversio.
En el Valladolid, Antonio Gómez tira de todo lo que tiene y opta por una lista de 19 hombres en la que la principal novedad es la presencia de Óscar González, que ya ha recibido el transfer por parte de la Federación Griega de Fútbol.