Suele ser siempre el primer jugador sustituido, y tiene una explicación bien sencilla. Momo lleva varias semanas jugando con unas molestias en la rodilla que le impiden trabajar durante la semana con normalidad, y además le limitan bastante su rendimiento en el terreno de juego. En principio el canario va a continuar con un tratamiento basado en el trabajo de los fisioterapeutas y algunas infiltraciones, porque la otra solución seria pasar por el quirófano.
Una intervención de este tipo le mantendría alejado de los planes de Mel por espacio de dos meses, algo que se pretende evitar a toda costa por las partes implicadas. En cualquier caso, la decisión se tomaría de forma conjunta y siempre con el visto bueno del cuerpo médico, Momo y los técnicos. De todas formas, resulta evidente que su rendimiento dista mucho del esperado y la situación no debería prolongarse mucho más en el tiempo.