El fondo del auto hecho público por la Audiencia Provincial de Sevilla, desestimando el recurso presentado por la defensa de Manuel Ruiz de Lopera para que no se tengan en cuenta los hechos comprendidos entre 1993 y 1998, va más allá del simple hecho del presunto delito societario o apropiación indebida. En este caso, sirve también para que la acusación renueve sus esperanzas de aclarar la forma en que Lopera, o Farusa, se hizo con el paquete accionarial mayoritario. Las plataformas opositoras siempre han defendido que el del Fontanal jamás puso una peseta para hacerse con el mismo, sino que lo hizo con dinero del Real Betis Balompié.
La jueza que instruye en el caso en el juzgado de instrucción nº 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, siempre ha respetado en sus autos el año 1992, pero también ha dejado la puerta abierta a posibles irregularidades cometidas presuntamente por Lopera en años posteriores, sobre todo en 1995, relacionados con la legitimidad de todas las acciones que ha representado estos 18 años. Por tanto, la historia vuelve a reabrir caminos que parecían cerrados y que servirán para aclarar la titularidad total del accionariado de la entidad. Sobre todo porque a partir de ahora el año 1995 puede ser investigado y juzgado a fondo.
