Cuando se conoció la lesión de Jorge Molina saltaron las alarmas en el cuerpo técnico del Betis. Las dudas sobre el rendimiento ofensivo del equipo a partir de ese momento fueron constantes, pero el tiempo ha demostrado que el ex del Elche no ha sido el único fichaje goleador realizado el pasado verano, aunque sea el hombre llamado a asumir la mayor parte de esta responsabilidad. Rubén Castro ha aprovechado la situación para reinvidicar también su poderío ante la meta rival, convirtiéndose en el máximo goleador del equipo con cinco goles en siete partidos, tres en Liga (Elche, Valladolid y Albacete) y dos en Copa del Rey (Salamanca y Granada).
Cierto es que se trata de la única referencia que hay en estos momentos dentro de la plantilla, pero su rendimiento está sirviendo para paliar de forma considerable esa 'crisis' goleadora que se vaticinaba con la lesión de Molina.