Conviene recordar que si el Betis no paga, los jugadores denuncian y se llega a esta situación el próximo 30 de junio, el conjunto verdiblanco sería descendido de forma automática a Segunda B. Así lo dicta la reglamentación por mucho que la maniobra de los actuales dirigentes sea acogerse a la Ley Concursal, porque para evitar estos casos la Ley del Deporte te desciende al no estar capacitado económicamente a jugar en la categoría que cometes dicho infracción, considerada como muy grave. Sin embargo, en medio de este maremagnum de acontecimientos, el responsable de la parcela jurídica de la AFE, Santiago Nebot, ha reconocido que "todo esto se arreglará, no se cómo, pero hay varias posibilidades a través de otros estamentos o entidades, para que los jugadores no presenten esas denuncias. A nadie le gustaría que un histórico como el Betis esté en Segunda B por este motivo. Nosotros defendemos a los jugadores, pero estamos poniendo todo de nuestra parte para alcanzar un acuerdo". En cualquier caso, todo apunta a que serán los futuros dirigentes del club una vez se celebra la Junta Extraordinaria, quienes tengan que lidiar con esta herencia.