"El presidente del club no puede dejarlo por responsabilidad. No tiene nadie aquí ningún apego al sillón. Dimitir sería lo más fácil y lo más cobarde. Sería indigno por nuestra parte. Dimitir significaría unos 60 días al menos de vacío. Si la afición no está de acuerdo recogeremos las cosas y nos iremos, pero eso lleva un procedimiento. Lo haremos todo desde la dignidad. Salir ahora sería irresponsable y cobarde. Pasará lo que tenga que pasar en la próxima junta general extraordinaria. Mientras estemos aquí, trabajaremos desde la prudencia, la responsabilidad económica y sin hipotecar el futuro del Real Betis", ha expuesto.
Además, no ha ocultado que está algo "cansado" por la intensa labor de los últimos días y las funciones que está asumiendo: "No me esperaba nada de esto ni del papel que estoy asumiendo. No he dicho que los culpables de la situación estén todos fuera. Todos hemos sido responsables. No me parece llamativo que las personas de las parcelas deportivas salgan, en cualquier otra sociedad si los resultados no llegan, se pierde la confianza en las personas. El caso del administrador judicial es otro asunto que ha coincidido en el tiempo".
Por último, ha confirmado que ya tiene "conocimiento oficial de que Por Nuestro Betis ha pedido la junta general extraordinaria".