La afición del Betis no está dispuesta a rendirse en esta nueva andadura por el desierto de la Segunda división. Ante el Mirandés, los béticos volvieron al Benito Villamarín para arropar a su equipo.
Una prueba de su amor a los colores verdiblancos fue cómo se escuchó el himno del Betis en los prolegómenos del encuentro. Apiñados como balas de cañón, la grada entonó con fervor su cántico, con el objetivo de que sus jugadores salieran de inicio enchufados. Algo que funcionó… hasta cierto punto, pues con el paso de los minutos el Mirandés se fue haciendo con el pulso del partido. Pero en esas, Rubén Castro acudió una vez más a la llamada para adelantar a su equipo, con un nuevo tanto que, de todas formas, no sirvió para acallar los pitos de los aficionados, que no acabaron contentos al descanso.
NO DEJES DE ATACAR
Ole con mi beti y mi aficion lo mejor del mundo entero me siento orgulloso de ser betico viva er beti
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