Pasó sin pena ni gloria por el Real Betis, pero Luciano Fabián Monzón ha escrito con letras de oro su nombre en la historia de uno de los grandes clubes del fútbol mundial. Ahora, con 28 años, juega en Boca Juniors y ha cumplido el sueño de cualquier futbolista. Más en Argentina. Y todavía más para alguien formado en Boca y, para colmo, ante una platea a rebosar.
Corría el minuto 41 de la primera parte del partido entre CA Tigre y los xeneizes, disputado en una Bombonera a rebosar como en cada partido de campanillas. Lodeiro sacó un córner con la zurda y el exbético entró a muerte para cabecear con rabia un balón que valía un campeonato. Boca no se encontraba y Monzón desatascó al equipo que buscaba su campeonato número 31 en Argentina. En Buenos Aires ya le comparan con aquel gol de Puyol a Alemania en las semifinales del Mundial de Sudáfrica.
Monzón apenas se destacó en el Betis. Era su primera aventura europea y apenas disputó 794 minutos en 13 partidos de una temporada nefasta que acabó con el conjunto verdiblanco en Segunda División. Regresó a Boca y después lo intentó en Francia –Niza y Lyon-, Brasil –Fluminense- e Italia –Catania- antes de regresar a su casa.