El Betis lleva sin ganar un mes y medio en Liga y el 'efecto Víctor' se ha difuminado por completo. Los verdibalncos han empeorado su rendimiento y las dudas sobre el entrenador comienzan a aflorar en el seno del beticismo. Sin embargo,el conjunto heliopolitano no consigue victorias, entre otras cosas, porque el principal artillero del equipo, Rubén Castro, está desafortunado de cara a portería.
Lo cierto es que si no marca este futbolista, el Betis casi nunca gana partidos. La última victoria del cuadro verdiblanco se produjo contra el Leganés en casa. En dicho partido, el canario abrió el marcador con un buen pase de Dani Ceballos y ya en los minutos finales, Piccini cerraría el choque. Así las cosas, el infortunio de Rubén de cara a gol está lastrando al equipo. En ese periodo, sólo el gol de Alegría ante el Barcelona abre el abanico para los delanteros. Sanabria, entre su lesión y su bajo rendimiento, no termina de aparecer y los tantos de Alegría sólo han servido para conseguir dos empates, ante el Granada y el citado ante el Barça.
Si bien se han producido victorias sin goles de Rubén como las de Málaga, Las Palmas u Osasuna, lo cierto es que el canario está muy solo en la faceta goleadora. Ni Alegría ni Sanabria se suman al gol y eso lo nota lo un Betis con Rubén en crisis. De todos modos, no entierren al canario porque cuando menos se espere, tal y como hacen lo buenos, sacará la cabecita y solucionará la papeleta.
Pués yo lo que creo es que para málaga alex alegría y sanabria debería de ser la dupla de atacantes y dejar a rubén castro "descansar",nada es eterno y cierto es que rubén dá señales de una evidente falta de ritmo que debe de ser castigada con el banquillo,Gracias por todo rubén,pero hay que buscarle un sustituto ya!!!!!
al final este hace bueno a poyet al tiempo
Otro año igual. Esperando a que acabe la liga, salvarnos y fichar para la siguiente temporada. Después de la limpieza de este verano, va a haber que hacer otra el que viene. Y si no se ficha dos delanteros, ná de ná. También sucede que aquí tenemos poca paciencia. Puede que Alegría y Sanabria se espabilen para el año que viene. Y si no, volveremos a cantar: otro año igual.