El Real Betis Balompié viajaba a la capital de la Costa del Sol con la imperiosa necesidad de ganar después de la dolorosa derrota del pasado sábado contra el Sevilla FC, con una remontada que dejó muy enfadados a los aficionados verdiblancos.
Pero como sucedió en la primera vuelta, el Málaga CF ha sido el equipo que ha pagado la frustración bética. El pasado septiembre, el Betis de Poyet hizo su mejor partido ganando por la mínima con un gol de cabeza de Joaquín, renta escasa a tenor de lo vivido en el césped.
Y este martes ha vuelto a suceder lo mismo, además con la dulce sensación de una remontada apenas tres días después de sufrirla en sus carnes. Los verdiblancos se fueron al descanso perdiendo, pero los goles de Jonas Martin y Sanabria le dieron la vuelta al partido y a las sensaciones.
En tiempos contemporáneos se recuerdan otras reacciones similares después de caer ante el eterno rival. Por ejemplo, en la 2012/13 después de caer goleado por 5-1 en el Sánchez-Pizjuán, el equipo se rehízo y doblegó al Real Madrid por 1-0 en el Benito Villamarín, con gol de Beñat.