Entre gatos y lobos, una final
Entre pitos y flautas, entre derbi sevillano y duelo andaluz, entre derrotas y empates, el Betis llega a Málaga con la necesidad de romper una dinámica tan negativa que amenaza con meterle en un serio problema ni es no es capaz de cambiarla pronto. La primera ocasión es en La Rosaleda, donde el Betis tiene la oportunidad de olvidar al Sevilla y dar un vuelco a sus sensaciones. De parecerse más al de la primera parte del derbi que al sometido después o al del ridículo en Granada. Como si fueran aquellos lobos que pregonó Víctor Sánchez a su llegada.
Ahora, estos lobos venidos a menos, tras casi dos meses sin ganar (desde el 8 de enero ante el Leganés), tienen enfrente a un duro rival, gatos como su entrenador, con las uñas afiladas para hurgar en la herida bética. Pero que también pasa por un momento de hambre futbolística, una necesidad de alejarse del pozo, calmar los ánimos y acabar la temporada de una forma digna. Visto lo visto, no es poco para el Málaga.
Para el Betis ya es poco acabar con dignidad la Liga, que aún debe acabarla así. Muchos béticos firmarían no meterse en el lío en las próximas jornadas, porque el calendario que se avecina es peligroso, y con Pepe Mel ya en el horizonte más cercano. Es lo que le falta a este Betis, que Mel le dé un golpe de muerte. En Málaga hay varios nombres propios que serán mirados con lupa. Desde su entrenador hasta los delanteros, porque Víctor ha perdido la llama de esperanza y Rubén Castro ha perdido lo que mejor sabe hacer: los goles. Si juega Sanabria, otro día para amortizar una parte de su fichaje, porque hasta ahora está saliendo caro al Betis. Muy caro.
Refrescar o continuidad
Sin Piccini lesionado, y a falta de la convocatoria, Víctor medita un carrilero que pueda ayudar en ataque y en defensa. Mandi, otra vez fotografiado ante el Sevilla a balón parado, es el principal candidato, aunque Cejudo y Rafa Navarro, ya mejorado, también optan al puesto. Por esa banda apretarán Chory Castro y el exbético Juankar, que suele brillar en estos partidos de rivalidad.
Ceballos sabe que en sus botas está la única manera de crear fútbol en el Betis y no se quiere perder más partidos
El tridente Rubén Pardo-Petros-Dani Ceballos que lo bordó en la primera parte el Sevilla es el elegido para repetir en La Rosalesa, pero la falta de fuerzas puede hacer cambiar de opinión al entrenador a última hora. Ceballos acabó cojo el derbi y aún así fue el mejor. El utrerano sabe que en sus botas está la única manera de crear fútbol y no se quiere perder un solo partido. Es joven para los descansos.
En el Málaga, el Gato Romero no encuentra la mejoría en el juego transformada en victorias y al final se paga. Los fichajes sí han dado un salto, más que de calidad, de experiencia, sobre todo en la defensa. El técnico malaguista espera un perdón a Rosales para poner su defensa de gala con Demichelis al mando. Camacho, con gripe, jugará salvo un empeoramiento.
Y si no es una final, se lo parece, aunque según Víctor aún quedará mucho por delante. Como dijo también después del partido ante el Leganés, allá por la segunda semana del mes de enero y desde entonces su Betis no ha vuelto a ganar. O aparecen otra vez los lobos o el ambiente el viernes ante la Real Sociedad sí que va a ser de colmillos retorcidos.