Dame la oportunidad que yo me encargo de que valga la pena. Esta debe ser la premisa deportiva principal de Francis Guerrero, canterano del Real Betis que ha instaurado las esperanzas en la parroquia bética, ante uno de los futbolistas más prometedores del último lustro. Un extremo que más allá de brillar por su desborde, ha demostrado con creces las ganas que tiene de triunfar en Heliópolis y entrar en el Olimpo de los ilustres cachorros verdiblancos.
Su sorprendente actuación en el derbi ha reactivado su valía para Quique Setién, que ha confiado ciegamente en él desde su llegada a la capital hispalense. El jugador de Coín no dejó indiferente a nadie tras su rendimiento ante el Sevilla, donde tuvo que ejercer en una posición inédita para él tras la lesión de Barragán. Una utilidad que ha ofrecido un plato de buen gusto al técnico cántabro, que podría colocarle como titular ante el Leganés.
Las sanciones han ofrecido a Setién un rompecabezas que deberá resolver antes del lunes, con una defensa en cuadro. La retaguardia ha caído mermada en demasía tras la resaca del derbi, con Feddal y Mandi sancionados y Barragán lesionado. Una opción que podría devolver a Francis a la titularidad cuatro meses después, cuando lo hiciera ante el Real Madrid en el Bernabéu.
Es conocida la desconfianza que le genera Rafa Navarro al técnico, que lo sentenció tras la eliminación copera ante el Cádiz. Un ostracismo que deja al lateral con pie y medio fuera de Heliópolis, en un mercado donde la secretaría técnica ya le busca pretendientes. Por ello es Francis quien adquiere todas las opciones para posicionarse en el flanco diestro del Villamarín, en caso de no recuperarse Barragán, y seguir forjándose en una posición atípica para él.