El Real Betis encara este tramo final liguero como uno de los equipos más en forma de la categoría. Buena parte de culpa la tienen las cuatro victorias consecutivas que han logrado los de Quique Setién, que no sólo ha consolidado a los suyos en la zona noble sino que les ha devuelto el estilo de juego que tanto maravilló a principios de curso. Un póker de triunfos que ha afilado la tijera de los recortes, habiendo reducido la distancia e incluso aumentado con los rivales más próximos en la tabla clasificatoria.
Cabe remontarse un mes atrás para vislumbrar un Betis que vagaba en la décima posición, cuando el equipo cayó en Mestalla con unas sensaciones que distaban mucho de lo ofrecido hasta la fecha. No obstante, el técnico cántabro logró equilibrar los errores y volver a imprimir al equipo el carácter competitivo que tantos éxitos le ha dado en este curso, con una racha que lo hace ser el líder del último mes. Esa rentabilidad ha permitido recortarle un importante botín de puntos a todos sus máximos competidores; Seis puntos al Villarreal, que es el sexto. Once al Sevilla, séptimo. Ocho puntos al Girona, octavo. Siete al Celta, noveno. Y once puntos al Éibar. Un bagaje que parecía utópico allá por el mes de marzo y que ahora mantiene a la entidad a un paso de Europa.
Unos números que han logrado aprovechar los pinchazos de los rivales más próximos como lo son Villarreal, Sevilla o Girona, que apenas han logrado entre uno y cero puntos en sus dos últimas jornadas y que 'regalan' al Betis una licencia para soñar con volver a competición continental.