Pocos son los calificativos que quedan a la hora de calificar a la afición del Real Betis. Una hinchada indomable, fiel y agradecida, a la que únicamente le importa el amor por sus trece barras. Una parroquia que cada domingo acude en masa al Benito Villamarín, donde más de 50.000 almas bombean los latidos del corazón de un estadio que todo lo resiste.
Más allá de eso, también sabe premiar a quien lo merece y así lo hizo saber el pasado sábado frente a Las Palmas, en el triunfo histórico que supuso casi el golpe definitivo para volver a Europa un lustro después. Una victoria que también valió para sentenciar los intereses del conjunto canario en la élite, pues dejó sentenciado virtualmente su descenso a la división de plata.
Un varapalo para los cientos de aficionados canarios que se congregaron allí, que recibieron el caluroso apoyo de los béticos. A la salida del estadio, cientos de aficionados verdiblancos se acercaron a la puerta de salida de los isleños para darles ánimos cantando "Las Palmas es de primera". Un gesto que agradeció la hinchada canaria y es que el fútbol sería menos fútbol sin cosas como estas y sobretodo, sin la parroquia del Real Betis.
Anoche, en el Villamarín, a la salida de los aficionados de Las Palmas tras la derrota. Aplausos cruzados y cánticos de “Las Palmas es de primera”: pic.twitter.com/r0IJvAO3CL
— Chema de Aquino (@ChemadeAquino) 20 de abril de 2018