El Betis-Málaga siempre suele tener un pique regional, sobre todo por la parte costasoleña, pero el encuentro de este lunes en el Benito Villamarín sí tendrá un duelo morboso en los banquillos. Porque Quique Setién y Jose González vivieron hace unos años un momento de tensión importante durante la eliminatoria final de ascenso a la Segunda División, uno como técnico del Lugo y el otro en el Cádiz.
Aquel playoff de la temporada 2011/2012 fue vibrante, polémico y muy comentado. Y los entrenadores no se callaron, ni antes ni después. Setién deslizó públicamente que varios jugadores del Lugo habían recibido llamadas desde Cádiz y José respondió: "Si no tiene pruebas que se calle la boca". Pero el lío se montó luego en el césped. En la ida, el Lugo ganó 3-1 y el gaditano fue expulsado. Dos goles en fuera de juego y un penalti no señalado fueron sus quejas. Setién sonreía.
En la vuelta el Cádiz llegó a igualar la eliminatoria, llegaron los penaltis... y subió el Lugo. José, en la grada, era el hombre más triste del mundo. Setién, en la hierba, el más feliz. Una celebración histórica del cántabro en el Ramón de Carranza. Y, lógicamente, el pique entre ambos entrenadores no se olvidó.
Después sólo se han visto las caras una vez hasta que llegue este derbi regional. Y ganó Jose, como entrenador del Granada, a Setién, como técnico de Las Palmas. Fue en abril de 2016 y ese 3-2 valió a los nazaríes para soñar con una salvación que llegó después.
Ahora, varios años después, Setién y José repiten un duelo pero muy diferente, con un Betis lanzado hacia Europa y un Málaga ya descendido. Pero nunca olvidarán aquel playoff que dio la vida al Lugo y amargó al Cádiz... y a José.
Vaya robo del Lugo fue aquello, más que sonreír era para caerse la cara de vergüenza.