Takashi Inui se ha convertido de manera oficial en el primer fichaje del Betis para la campaña 18/19. Una incorporación que ampliará las alternativas futbolísticas que maneje Quique Setién, pero que también tiene otras repercusiones ya que situará a la entidad verdiblanca en el escaparate de Japón.
En un país acostumbrado a seguir la trayectoria de sus grandes referentes allá por donde vayan, la presencia de Inui en el Betis supondrá una oportunidad de promocionar la imagen de la entidad verdiblanca en el país asiático, con las consiguientes opciones de mercado y beneficios económicos.
Ya horas después del anuncio del Betis del fichaje de Inui, la cuenta de Twitter del club registraba nuevos seguidores provenientes del país oriental. Otro ejemplo fue el día en el que el Éibar visitó el Benito Villamarín, cuando el fichaje era un secreto a voces. Fueron numerosos los periodistas japoneses acreditados para aquel encuentro.
Tras el Real Madrid y el Barcelona, el Éibar se había colocado la pasada temporada con el tercer equipo más conocido en Japón. Todos sus partidos eran retransmitidos por televisión e incluso los armeros firmaron patrocinios especiales y de interesantes beneficios para partidos concretos.
El propio Inui ha sido requerido en alguna ocasión por autoridades japonesas para algún acto, o su presencia en el Éibar provocó que su país se fundara una peña del equipo vasco. Una situación, eso sí, que ya conoce el Betis con presencia de una peña bética en tierras japonesas.
La relevancia de Inui con vistas al mercado del país asiático ha derivado en el hecho de que el Éibar se esté planteando el fichaje de otro futbolista japonés, a fin de mantener su poder comercial y de visibilidad en el país del Sol Naciente. Ahora será el Betis el que se beneficie de la presencia del jugador internacional.