El 11 de junio no es un día cualquiera para el Betis. Ni para el bético. Es el día de la última gran fiesta del beticismo, el último título que llegó a las vitrinas del estadio Benito Villamarín. Aquel 11 de junio de 2005 en el que Betis subió al cielo de Madrid el trofeo como campeón de la Copa del Rey. Otra vez campeón en el Vicente Calderón.
Aquella noche el Betis hizo muy feliz a su gente. El gol de Dani en la prórroga ante Osasuna colmó de alegría a los presentes en el antiguo estadio del Atlético de Madrid y a todos aquellos béticos que vieron el partido por la televisión. Una noche mágica de la que ahora se cumplen 13 años, mucho tiempo ya sin celebrar un título.
Una noche que tiene relación con el Betis actual. Joaquín es el único superviviente como jugador, pero también asomó por allí Lorenzo Serra Ferrer, el artífice de los grandes éxitos del Betis en los últimos tiempos. Como ahora, en su cargo de vicepresidente deportivo, Serra ha vuelto a hacer feliz al bético. 13 años después sigue siendo un héroe.