Andrés Guardado, jugador del Real Betis, comienza a activar 'el chip'. Aún de vacaciones, tras su paso por Rusia con la selección de México, el mediocentro ha analizado en una entrevista al ex del Barça Hristo Stoichkov para la televisión búlgara Code su primer año en el Benito Villamarín. El mejicano, encantado con el público bético.
"Llevo un sólo año en Sevilla, pero puedo decir que estoy contento. El público allí es excelente, tanto para lo bueno como para lo malo te exigen", comenzaba explicando el futbolista antes de resaltar la importancia de lo conseguido durante el último curso: "Nos las arreglamos y sorprendimos a los aficionados al clasificarnos para Europa".
Respecto a su buena conexión con la grada, Guardado reconoció que "el apoyo siempre es lo que más motiva al futbolista", e incluso mostró un bonito deseo de cara al nuevo curso: "El apoyo te hace sentir amado, te da alas para jugar incluso por encima de tu nivel habitual. No he sentido un amor como el que me dieron en el PSV, pero ojalá la afición del Betis coree mi nombre como hicieron en Holanda".
Sin embargo, más allá de la actualidad verdiblanca, Guardado también repasó algunas anécdotas vividas durante el Mundial, protagonizada, al menos esta vez, por su hijo Máximo, un amante del fútbol y de los grandes jugadores.
"Sí, Messi me hizo gran caño -bromea- pero a pesar de eso decidí encontrarme con él por mi hijo. Máximo quería conocerle, él ama el fútbol y no diferencia entre Barcelona-Madrid, entre Cristiano-Messi". "Se cambia todos los días de camiseta: hoy es del Betis, mañana del Madrid, después de España y al sigueinte de México: le gusta el fútbol, le gustan Cristiano y Messi", insistía antes de descubrir que "me pidió conocer a Messi. Será un gran recuerdo para él, pero debo decir que no sé quién fue más feliz en ese momento, si Máximo o yo".
Finalmente, y en referencia a lo vivido en Rusia, Guardado apuntó que para él, "Messi es el mejor futbolista de la historia, he visto a muchos, pero para mí el maestro argentino es insuperable".