El Real Betis logró este domingo un triunfo importantísimo para asentarse en la zona noble. Loren Morón aprovechó una espectacular asistencia de Tello para decantar la balanza cuando el encuentro expiraba y desatando la locura del Benito Villamarín.
En ElDesmarque calificamos a los jugadores verdiblancos:
Joel Robles (7): Cumplió con nota su debut en LaLiga Santander y en el Villamarín. No pasó muchos apuros pero logró esfumar cualquier opción del rival. Le ganó un mano a mano a En-Nesyri, imperial en los balones aéreos, demostró un notable juego con los pies y lo más importante, dejó su portería a cero.
Barragán (6): Estrenó titularidad en la competición doméstico y quizás eso genero que estuviera algo descolocado al principio, por la falta de minutos. En la segunda mitad mejoró bastante y la mayor parte del peligro llegó por su banda.
Mandi (7): Es el nuevo capitán general de este Betis. Ha alcanzado su madurez futbolística y se revaloriza cada partido que juega. Uno de los futbolistas más estéticos de LaLiga Santander en la salida de balón, corta, se incorpora a tareas ofensivas, ayuda en las coberturas y se muestra casi incuestionable en las jugadas aéreas. Un mariscal.
Bartra (7): El repliegue del Leganés le permitió tener más libertad arriba, ante el poco trabajo defensivo. Enlace de la defensa y el centro del campo. Comandante en la retaguardia.
Javi García (8): El mejor en la defensa. Le tocó librar con la más fea y noquear las arremetidas de En-Nesyri. El trabajo sucio, el que no se ve, pero el que resulta imprescindible. La implicación ofensiva del equipo le dejó muchas veces sólo ante el peligro pero siempre ejecutó bien.
Tello (7): Mucho más profundo que Barragán. Velocidad y desborde, algo que agradeció el equipo cuando se atascaba en la sala de máquinas... y que terminó siendo decisivo. Suya fue la asistencia a Loren, con un pase medido para que el canterano rematara a placer. Rinde a un nivel altísimo cada vez que juega.
Canales (6): El músculo de la zona de máquinas del Leganés le privó de poder encontrar espacios y tuvo que reinventarse buscando descargar el juego hacia las bandas. Algo menos diferencial que ante el Girona pero igual de necesario.
Lo Celso (8): Brillante. Volvía a la titularidad con un rol diferente y hacer las veces de Guardado, como box to box. Libró contra el aguerrido centro del campo rival, y no sólo fue decisivo en esa sala de máquinas, sino que ayudó a acelerar las jugadas y a romper líneas en zona de tres cuartos.
Boudebouz (6): Un tanto impreciso con la pelota en los pies pero cuando el cansancio hizo mella en el rival, logró hacer mucho más peligro. Mucho más efectivo cuando se mete por medio que por el exterior. Con confianza y minutos, terminará asumiendo un rol más protagonista.
Joaquín (6): Algo intermitente en la primera mitad, pero mucho mejor en la segunda. Suya fue la ocasión más clara del partido hasta el gol, tras un cabezazo al término de la primera parte que milagrosamente salvó Cuéllar. Tras el paso de vestuarios, logró reciclarse al interior para lanzar las jugadas y luego hacer daño por fuera.
Sergio León (6): Luchó, se peleó con los rivales, tiró desmarques y fue un agobio constante en la presión rival. Quizás le faltó el gol para redondear su partido pero con él en el campo el esfuerzo siempre está asegurado, aunque los goles no terminen de entrar.
Sanabria (6): Le tocó entrar para luchar en los últimos compases los lances aéreos. No logró ocasionar peligro pero sí ayudó en la presión y a luchar la salida de balón del rival.
William Carvalho (6): Entró a diez minutos del final. Lo más positivo, su vuelta tras la lesión.
Loren (9): Presente y futuro del Betis. Lleva el gol en sus botas, tiene una pólvora casi infalible y si entra en racha el equipo se llevará muchas alegrías. Apenas le bastó tocar una vez la pelota para ver portería, rematar el centro de Tello y darle a los suyos el segundo triunfo consecutivo del curso.
Quique Setién (7): Una vez más, terminó decantando el partido con los cambios. Revolucionó el once hasta con siete novedades y adelantó las líneas de presión para intentar hacer daño desde campo rival. Sus cambios terminaron siendo decisivos.