Los tres goles del Betis al Celta (3-3) han supuesto la vuelta del equipo bético a la senda anotadora y, simultáneamente, a la montaña rusa que lo definió en algunas fases de la pasada temporada con partidos enloquecidos de ida y vuelta y resultados casi tenísticos como el 3-6 ante el Valencia, el empate a cuatro con la Real Sociedad, la victoria por 3-5 ante el Sevilla o la eliminación copera ante el Cádiz (3-5).
El delantero bético Loren Morón fue el artífice del primer gol bético en 270 minutos, ya que el Betis no ganaba ni marcaba desde que en la jornada séptima venció por 1-0 al Leganés, tras lo que ha encadenado tres derrotas ligueras consecutivas ante Atlético de Madrid (1-0), Valladolid (0-1) y Getafe (2-0).
La placidez no es un concepto del diccionario bético como anoche se evidenció en el Benito Villamarín cuando el Betis se puso con una ventaja de 2-0 a falta de media hora para el final, momento en el que empezó la locura que concluyó con que el Celta le diera la vuelta al marcador ante de que Sergio Canales devolviera con su golazo de falta cierto sosiego a los aficionados y un punto a su equipo.
La idea del entrenador bético, Quique Setién, de tocar y tocar, de acumular posesión del balón como mejor forma de defender tuvo ante el Celta la ocasión pintiparada para ponerse en práctica, como había reclamado el técnico cántabro, con el marcador a favor, aunque en el minuto 61 salió el uruguayo Maxi Gómez.
Fue precisamente el punta de Paysandú el que echó abajo con su presencia y sus dos goles el ideario de Setién y quien abatió toda las declaraciones de principios del cántabro junto a Brais Méndez, autor del 2-2, y al más listo de toda la clase porque juega como en la calle, Iago Aspas.
Aunque el empate ante el Celta rompe una racha negativa de tres derrotas en Liga, supone el cuarto partido sin ganar de los vediblancos, que han caído a la posición decimocuarta con trece puntos y se encuentra equidistantes a cuatro de las posiciones europeas y de descenso.
Pero, además, la frenética remontada céltica, atenuada por el golazo desde treinta metros de Canales, ha supuesto una notable matización al ideario irrenunciable de posesión a toda costa de Setién, quien no se ha recatado esta temporada en reclamar ponerse por delante para mandar en el partido.
Anoche pareció rebatir el Betis todas las críticas recibidas esta temporada de falta de profundidad y de posesión infructuosa al lograr dos goles, crear ocasiones y encarrilar el partido hasta que tocó dormirlo y, en lugar de anestesiar y desactivar al rival, lo despertó al cederle la pelota durante los treinta minutos finales.
Era en ese momento cuando tocaba tirar del manual de Setién de defender con el balón, aunque hay imponderables con nombre de futbolista y anoche uno llevó el nombre del uruguayo Maxi Gómez, decisivo desde su salida al campo en su eficacia goleadora, su capacidad de asociarse y su tino en desatinar todo el entramado defensivo de los béticos.
Quique Setién, más descarnado que en otras ocasiones, explicó la galbana bética con una particular versión de la teoría de la manta por la que si bascula hacia el ataque deja desguarnecida la defensa y, si es al contrario, imposibilita llegar arriba por la propia definición y longitud de una manta.
"Nosotros no renunciamos a ir hacia adelante, el espacio te invita a finalizar. Entras en una dinámica de ida y vuelta complicada de solucionar hacia el ataque deja desguarnecida la defensa", ilustró el cántabro la remontada céltica y los posibles errores defensivos de los suyos.
Un axioma del fútbol, que no suele plasmarse en los manuales por su carácter políticamente incorrecto, es que 'esto es de listos', como acuñó para la posteridad uno de los que más ha sabido de este deporte, Luis Aragonés Suárez.
Aunque matizado, Quique Setién reconoció anoche que fue "una pena" porque tenían "el partido bastante controlado para haberlo ganado siendo más inteligentes", lo que ya puso en práctica la pasada temporada después del carrusel de partidos enloquecidos que encadenó su equipo.
Si el equipo se hace para que disfruten los jugadores estamos en desventaja con el resto que salen a ganar y esos si que disfrutan.El equipo tiene que salir a ganar desde el primer minutos y si no se gana en la 2ª parte hay que cambiar sistema, ya que el Betis es previsible y se sabe a que juega.
No creía que llegaría a decir esto "menos fiestas en los entrenamientos y mas sacar el carácter en los partidos", Al Betis le han ganado y empatado incluso yendo por delante en el marcador por caracter (co-jo-nes), dicen subir para marcar y lo consiguen. Hay jugadores que no entran en el sistema y se infravalora--Barragan-Tello-Boudebouz-Inui-Sergio León y Carvalho en el campo hoy es un rémola y regalo al contrario.Tomar los partidos como una final no va con este equipo. A todos les gusta como juega el Betis menos a los Beticos.