La sana convivencia del vestuario es una de las principales premisas de este Real Betis. Una simbiosis en la que buena parte de culpa la tiene la manera de entender la vida de Joaquín. Un futbolista que no sólo aporta en el terreno de juego, pues también brilla fuera de él.
El portuense fue protagonista en el programa de Bertín Osborne del pasado viernes. En la entrevista, Joaquín destacó la importancia del vestuario para el buen rendimiento del equipo: "Es importantísimo. Si eres capaz de tener a la gente comprometida y feliz.. Al final lo más jodido de un club importante donde hay nombres importantes es tenerlo comprometido. Un entrenador, a parte de ser buen entrenador, tiene que ser un psicólogo".
Precisamente el compromiso es una de las premisas principales de Joaquín, que destaca la importancia del equipo por encima de los nombres: "Desde que soy capitán le he dado mucha importancia. A los más jóvenes intento inculcarle el respeto y la profesión ante todo. Que vengan con ganas de sumar. Un buen futbolista te gana un partido, un equipo te gana un título".
Uno de los mejores compañeros que ha tenido es Álvaro Cejudo, al que recuerda con mucho cariño: "Muchas veces me traía el café y una magdalena o una tostada. Hay que comerle los huevos. Álvaro es bueno, tela".
Aunque no todo son buenas experiencias: "He tenido algunas experiencias malas pero no por el equipo, pero sí por otras circunstancias. Puedo garantizar que era horroroso. Me levantaba por las mañanas y decía, ahora tengo que verle la cara a este".
En materia extra deportiva, Joaquín desveló su pasión por la Semana Santa, la Esperanza de Triana y su deseo de ser costalero del Cristo de las Tres Caídas: "Lo tengo en la cabeza. Hace poco dije que me gustaría hacer una chicotá y no veas la gente lo que le dio conmigo. "Joaquín que llevo esperando mucho tiempo y tal.." Algún día me gustaría tener esa sensación. En el Tres Caídas sé de gente que lleva esperando 10 años..."
oleee como tu ninguno