El entrenador del Espanyol, Joan Francesc Ferrer 'Rubi', afirmó este martes en la sesión previa al partido de vuelta de cuartos de final de la Copa del Rey contra el Betis que no puede "transmitir la más mínima debilidad", ya que cree "mucho" en el equipo.
"Estoy siendo muy fuerte", aseguró el técnico catalán, quien se mostró convencido de que, en "un mes", se verá "la situación diferente".
En este sentido, Rubi confesó que, estar a tres puntos del descenso, no es una situación para tomárselo a la ligera. "Me preocupa, pero no me da miedo", afirmó el preparador, que no piensa priorizar LaLiga teniendo las semifinales del torneo del KO tan cerca.
"Me niego a prescindir de la Copa después de todo el esfuerzo. Cuando se acabe, tendremos semanas limpias y podremos recuperar jugadores. Entonces haremos puntos suficientes porque el calendario pasará de ser muy duro a duro", declaró. El entrenador aseguró que el estado anímico del grupo es positivo: "Tenemos ilusión".
El planteamiento de la vuelta de los cuartos, tras el empate a uno de la ida, es no salir a especular. "Nunca daré el mensaje de no ir a buscar el gol y no vamos a regalar la eliminatoria. Debemos mejorar atrás y no encajar tan pronto, aunque si recibes y marcas, sigues dentro de la Copa", analizó.
El entrenador adelantó que ya ha dado con "la tecla" para que el Espanyol vaya a más. "Ya la tengo, pero me falta recuperar jugadores para hacerlo. Busco la mejor fórmula para reconducir la situación, aunque acumulamos muchos partidos y esto va pasando factura a nivel físico", apostilló.
Rubi, por otra parte, desveló que el presidente de la entidad, Chen Yansheng, le transmitió tranquilidad: "Nos hemos reunido y me ha transmitido que en lo deportivo esté tranquilo. Comprende todo lo que nos está pasando con las lesiones. Sabe que el trabajo está siendo correcto".