Joel Campbell no levanta cabeza. La trayectoria del que fuera jugador del Real Betis continúa su decadencia y en los últimos días ha dado un nuevo paso atrás. Condenado por las lesiones y en busca de una nueva aventura, el costarricense vuelve a América.
Cabe remontarse hasta 2011 para vislumbrar el inicio de esta historia. Por aquel entonces el Arsenal se fichó en un chico que brillaba en Costa Rica, con apenas 16 años. A partir de ahí empezó un periplo de cesiones y tras una primera en el Lorient, llegó al Real Betis en la 2012/13. Un año en el que consiguió la clasificación europea.
No obstante su brillante rendimiento permitió al jugador a dar un salto en su carrera, saliendo al Olympiacos. Allí realizó su mejor temporada en Europa, con 11 goles y 11 asistencias. Una valía que instó al Arsenal a darle la oportunidad de probar fortuna con Wenger, pero nunca cuajó.
De ahí al Villarreal para luego volver al Arsenal, donde incluso llegó a ser descendido al filial. Más tarde emigró a Portugal, al Sporting de Lisboa, para luego volver al Real Betis. Una cesión con vistas al futuro, pues en junio de 2018 Campbell terminaba, por fin, su contrato con el Arsenal. No obstante sus constantes lesiones obligaron a Serra Ferrer a desestimar su continuidad y el tico probó fortuna en Italia, en el Frosinone.
Un sitio que ha sido su punto y final en Europa. Hace unos días, tras no anotar un solo gol con el Frosinone, decidió marcharse al León mexicano. "Gracias a Dios tengo una nueva oportunidad en lo que más amo. Me siento feliz y con ganas de devolver la confianza puesta en mí de parte del León", comentó a su llegada a México.
Una oficialidad que pone fin a su etapa en Europa, condicionada por las lesiones. La más grave, la que sufrió en la rodilla derecha. Así se cierra una etapa de siete años y nueve movimientos, que le brinda una nueva oportunidad ahora en México.