Los futbolistas buenos de verdad necesitan poca adaptación o ninguna y el centrocampista mexicano del Betis Diego Lainez, con 18 años y recién aterrizado en el fútbol español y europeo, es buena prueba de que los tópicos están para romperlos.
Diego Lainez, homónimo si no es por una tilde del sucesor de San Ignacio de Loyola al frente de la Compañía de Jesús, Diego Lainez, lo volvió a hacer ante el Rennes al coronar su actuación con el valioso gol del empate bético en la ida de dieciseisavos de final de la Liga Europa.
El mediapunta mexicano salió en el minuto 27 del partido ante el Rennes francés en sustitución del lesionado Junior Firpo y, desde ese momento, tomó Roazhon Park en asociación sobre todos de los buenos como el argentino Giovani Lo Celso, Sergio Canales y Joaquín Sánchez.
La volea con la zurda en los estertores del partido que supuso el 3-3 para el Betis fue el colofón de una noche en la que el talentoso centrocampista de Tabasco celebró en su abrazo con Lo Celso su doble estreno en Europa y como goleador con la camiseta del equipo con el que se ha comprometido hasta 2024.
"Tras el tiro de esquina y después de un intento de cabezazo nuestro, Jesé la peinó y cuando parecía que la pelota se me iba la controlé y le pegué a gol. Afortunadamente entró", explicó su gol.
Desparpajo, insolencia, ofrecerse siempre, encarar, tenerla, protegerla con el cuerpo pese a su 1,67 de estatura y 58 kilos de peso, no arrugarse pese a los 'recados' que suelen llegarle son algunas de las virtudes de este jugador que ha renunciado desde el minuto uno a los 'algodones' con los que se le ha querido proteger desde el club.
Será o no casualidad, pero en estos días presenta un libro sobre su procelosa vida uno de los antecedentes de Lainez con la verdiblanca, Gabino Rodríguez, un destello para los béticos cincuentones desde que se dedicó a encarar rivales una vez que volvió al Betis en 1985 después de maravillar en Logroño, donde hizo la 'mili'.
Al de Villahermosa, desde su llegada en el mercado de invierno desde el América de su país, se le ha querido proteger con las habituales y tópicas prevenciones del fútbol de que es joven, que es una apuesta de futuro, que precisa adaptación y que poco a poco irá saliendo su fútbol, que no hay que precipitarse y así sucesivamente.
El mismo entrenador bético, Quique Setién, precisó tras el empate ante el Rennes que Lainez hizo "un buen partido" aunque "a veces le cuesta ubicarse y hay cosas que tiene que corregir en cuanto al aspecto posicional".
"Ya vemos que es un futbolista que hace cosas interesantes, que desequilibra y puede dar cosas interesantes como este gol. El gol es inesperado. Al ver el remate lo primero que he pensado es en que centrara, pero ha hecho bien, la ha metido. Para eso le hemos traído. Para que dé cosas y para que vaya creciendo", explicó el cántabro.
El centrocampista mexicano, siempre arropado desde su llegada a Sevilla por su compatriota Andrés Guardado, no ha hecho más que derribar tópicos desde que debutó con el Betis el pasado 20 de enero en Liga ante el Girona, desde cuando ha jugado 262 minutos repartidos en seis partidos.
Cientos de mensajes, sobre todo de su México natal, entre ellos el del América en el que se formó, han inundado las redes sociales tras el estreno de Diego Lainez como goleador en el Betis y por ser el mexicano más joven que ha anotado en Liga Europa, con 18 años y 250 días.
El '22' bético, que cumple 19 años el próximo junio, hizo gala pese a su actuación de la obligada humildad al reconocer que cada día está "aprendiendo más" y encontrándose "mejor" en un equipo del que destacó que se caracteriza porque "no baja los brazos" por muy mal que se le ponga el partido, como anoche al igualar el 1-3 del Rennes.