La planificación de Serra Ferrer, desde que llegara a Heliópolis, se ha basado en fomentar la solidez de la plantilla con la inclusión de canteranos. En primer lugar, Francis Guerrero, con su estreno en el Camp Nou, abrió la veda. Le siguieron Loren Morón, ante el Villarreal; y Junior Firpo, contra el Deportivo de la Coruña. Han logrado asentarse en el equipo de Quique Setién y desde los despachos han querido recompensar a los tres.
El primero en recibir su premio fue Loren. El delantero marbellí renovó en julio de 2018 hasta 2022, acallando todos los rumores sobre una posible salida. Unos meses después, fue Junior el que amplió su vinculación contractual con el Betis, hasta 2023. Ante los fantasmas de equipos poderosos en Europa, el lateral se comprometió con la entidad en la que empezó a despuntar en la élite. Y, por último, el sevillano Francis aceptó la renovación con el conjunto bético, hasta 2022.
Así, el Betis ha cerrado el círculo de las renovaciones de sus canteranos más valiosos. Muchos equipos europeos andaban tras los pasos de los tres y, así, el conjunto verdiblanco se asegura, en cierto modo, sus continuidades. Ahora, el siguiente paso está en asentar la base de la plantilla, quedando aún algunas renovaciones que negociar.