El Betis ya está salvado. Un gran paso. Un punto para saber que el Betis estará la próxima temporada en LaLiga Santander. Otro año más. Sí, otro más. Una noche para que algunos celebren la salvación y ahora a aspirar a quedar entre los 10 primeros. Vaya salto que ha pegado el Betis, ahora se salva con comodidad faltando tres jornadas. Vaya crecimiento, vaya paso al frente. ¿O acaso algunos esperaban viajar otro año por Europa? Que no, hombre, que no.
Que este Betis no puede viajar dos años seguidos por Europa. Que no. Y ojo, que todavía puede hacerlo, que quedan nueve puntos y está con seis (más el golaverage) de desventaja. Pero no metan más presión, así está bien. Otro año para crecer mirando al futuro. El gol de Feddal en la prolongación fue casi de éxtasis, un punto soñado para firmar una temporada tremenda. Por cierto, Quique Setién tiene un año más de contrato y debe ser partícipe el año que viene de este éxito.
Me imagino que habrán entendido la ironía en todo lo anterior. Si no, hay un serio problema. El gol de Feddal fue un golpe para el Espanyol, merecido por cagón, pero no vale de mucho al Betis. No voy a decir que para nada, porque en el fútbol existen los milagros. Este Betis no está para nada, no le gana a nadie. Y lo que es peor: empieza a ver una crisis interna en la grada. A ver cómo acaba esto. Aunque de lo anterior sí hay una cosa clara: el Betis está salvado.
Un arreón del Betis de cierta importancia no suele durar mucho más de cinco minutos. Así fue en el inicio. Como si nada hubiera pasado, o sí, el Betis salió directo a lograr un gol, sin pensar mucho y a apretar al Espanyol. Una jugada rápida dejó a Canales solo dentro del área, con el portero fuera, pero su disparo fue repelido casi sobre la línea. Joaquín no llegó luego a acertar.
Fue el punto más alto del Betis en la primera. Minuto dos de partido. Así está el Betis. Porque por mucho que quería Lo Celso, poco premio iba a encontrar. El argentino se echó a la espalda el juego ofensivo de su equipo sin encontrar un amigo. Con Joaquín por la derecha en plan asistente es increíble que el nueve rematador sea Jesé. Increíble, pero así es.
El Espanyol, un tiki taka también para dormir, esperó su oportunidad con tranquilidad. Y llegó. Quizás fue la jugada perfecta para criticar a Setién, aunque su protagonista negativo no lo merecía. Canales, sí, fue Canales, erró en un pase al centro, lo que uno aprende desde benjamín pero en este Betis se había convertido en un pase normal y corriente. Esta vez pillaron al Betis con el carrito del helado. Borja Iglesias perdonó, Mandi salvó sobre la línea, pero el balón fue a parar a Darder. Ya era imposible fallar ahí.
El palo a la jugada más criticada por la grada del Betis desde que Setién llegó a Betis. Y casualmente llegó el día después de ser ratificado como entrenador. La pitada a Setién no tardó en llegar, una vez que los béticos que empezaron el partido fuera de sus asientos entraron al estadio. Pitada a Setién, otra vez con ese ya conocido "¡Quique, vete ya!", pero también pitos de los béticos a esos béticos. Casi una guerra interna.
Ya con todos dentro, todos los que fueron al estadio, el partido no cambió mucho. El Espanyol perdonó en una contra para que el incendio fuera mayor, pero a decir verdad el incendio no era tanto. Parecía que daba todo igual, incluso se recriminaban los cánticos contra Setién. A lo mejor es que el Betis no puede ser grande nunca. A lo mejor no.
Canales tardará en olvidar esta noche. Desde el error en el gol del Espanyol no levantó cabeza, como cabeza mala en un remate que tuvo que ser gol. No lo fue. La guerra en la grada seguía, el Betis era un quiero y no puedo porque ahora mismo el Betis pierde ante cualquiera. Y cualquiera es cualquiera. Era todo a lo que saliera arriba, que quedara un balón muerto para rematar. Y menos mal que el Espanyol decidió quedarse atrás y perder tiempo.
Y de perder tiempo saben en el Betis. Han decidido que Setién siguiera pero en el fondo da igual. O no. Esta inacción va más allá de los resultados, de un cambio de entrenador, de que Europa sea un imposible. Está provocando que los béticos vayan a pelearse entre ellos. Por eso a lo mejor el Betis no puede ser grande. El gol de Feddal al final fue, como se dice, engordar para morir. Al menos ya está salvado.
JAJAJAJAJAJAJAJAJA TAS SEMBRAO LOBO CON LO DEL AYUNTAMIENTO JAJAJAJAJAJAJAJA KE GUENO
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