Lo que pudo ser y no será

Y se acabó. Algunos respiran. Por fin. Pero al final al bético le da pena que se acabe el fútbol. Estará triste sin su Betis. Que se acabe una temporada extraña. Ilusionante en su inicio y en su transcurso y decepcionante a más no poder al final. Y con ese poso de que todavía hay mucha tela que cortar. Que el futuro de Quique Setién es una incógnita, que no se sabe qué camino tomará el Betis. Y, para acabar, una visita al Real Madrid. Como es este Betis, no se sabe si es bueno o malo acabar ahí.

Puede ser un día peligroso en muchos sentidos. Ya da igual ganar, pero no da igual. Pero si gana, muchos dirán que Setién es el hombre ideal para el próximo proyecto. Que no muchos pueden ganar dos años seguidos al Madrid en su campo. Que si... Pues eso, que sí. Esos días grandes tan cacareados por los amantes de Setién que han obviado otros desastres en campos impensables.

Será un partido para que algunos jugadores den un paso al frente, porque habrá muchas miradas puestas. El Madrid ha sido casi un muerto en pie pero en un día malo te revienta. Al Betis y al que sea. Lo parecía en el Villamarín, como medio equipo del filial, y ganó con aquel gol de Dani Ceballos.

Lo Celso también tendrá varios focos. Aquella noche pésima con el PSG no se olvida, porque como pivote facilitó el pase blanco a la siguiente ronda de la Champions. Ahora es diferente, es el mejor del Betis. Y un goleador de los buenos sin ser delantero. Y para delanteros, está Jesé. ¿A que juega en el Bernabéu y marca?

Tras el pitido final, a pensar en lo siguiente, con una paraíta previa en los Estados Unidos. Que siga Setién o no sólo lo saben los dirigentes del Betis. O ni eso. Es la gran pregunta del bético, que hubiera soñado jugarse algo gordo este domingo en el Bernabéu. A lo mejor será el año que viene. O no.