Los claroscuros de la era Setién

Quique Setién ha dejado de ser entrenador del Betis este domingo, después de que la entidad bética así lo anunciara. Se ponían así punto final a dos años del cántabro en el banquillo bético, que se han vivido con intensidad y que ha generado fuertes contrastes a su paso. No habrá tercera temporada, pese a que inicialmente así estaba firmado.

Los números globales señalan que Setién ha sido el entrenador del Betis durante 94 partidos oficiales, con un balance de 39 victorias, 22 empates y 33 derrotas. Claro que más allá de los fríos números, el cántabro ha protagonizado altibajos muy llamativos en estas dos temporadas en las que, por encima de todo, dejó un sello propio, a veces llevado al extremo.

Setién clasificó al Betis para Europa en su primera temporada después de dejar al equipo sexto. Tras arrancar con buen pie, los problemas defensivos comenzaron a lastrar al equipo que vivió una crisis, con el partido de Las Palmas como punto más delicado. Fue la primera vez que el entrenador bético fue cuestionado en el banquillo.

Revertió la situación con un 2018 que arrancó con la contundente victoria contra el Sevilla en el Sánchez-Pizjuán. Meses después el Betis de Setién protagonizó un espectacular final de campeonato que le valió para obtener la clasificación para la Europa League. La mejoría defensiva y la irrupción de canteranos como Junior y Loren, que se unieron a Fabián o Francis, fueron otras de las claves.

Altibajos en el segundo año

En el segundo año de Setién fueron más marcados los picos de rendimiento. Capaz de ganar en San Siro o el Camp Nou, el equipo también caía en partidos ante rivales teóricamente inferiores. Con todo, los verdiblancos avanzaron con solvencia en la primera fase de la Europa League y en LaLiga nunca se terminaban de descolgar, pese a que pocas veces estuvieron en puestos europeos.

Sin embargo, el 2019 fue muy distinto. En la competición doméstica no terminaba de colocarse en posiciones de objetivo. En la Copa del Rey avanzó hasta las semifinales en las que cayó contra el Valencia tras lograr una renta de 2-0 mediado el primer partido. La eliminación en la Europa League a manos del Rennes, en dieciseisavos, fue un duro palo. Los meses finales fueron de caída libre en LaLiga para quedarse fuera de Europa.

Siempre con un sello de identidad muy característico y el balón como principal argumento de su juego, Setién también llevó al extremo esos ideales que algunas veces pesaron en su contra al no ofrecer alternativas.

El cántabro, además, dio alegrías a los suyos con victorias en dos derbis y por dos veces ganó en el Bernabéu. En el debe, al margen de no conseguir el objetivo en su segundo año, también quedó el divorcio patente con la afición y algunas declaraciones que tampoco le ayudaron.