El costarricense Keylor Navas y el galés Gareth Bale apuntan a salir del Real Madrid este verano y el partido contra el Betis se anticipaba como una despedida para ellos, pero que acabó con un sabor bien distinto, ya que el guardameta pudo disfrutar del cariño de la afición desde el césped y el extremo ni siquiera salió a calentar.
La afición que se dio cita en el Santiago Bernabéu homenajeó desde el primer momento a Navas, con la 'Grada Fans' coreando su nombre a lo que el resto de público respondió con una gran ovación; una situación que se repitió durante el resto del encuentro en cada ocasión que tocó la pelota y al final del mismo.
Desde su llegada en 2014, el costarricense ha sumado 162 partidos defendiendo la portería blanca, siendo el titular en las tres Ligas de Campeones que conquistó de forma consecutiva el Real Madrid, ganándose el cariño de los madridistas.
En el que pudo ser su último partido con la camiseta blanca, Navas encajó dos goles ante los que poco pudo hacer, pero dejó tres grandes intervenciones haciendo gala de sus reflejos; sobre todo una muy estética en el minuto 67' a mano cambiada tras un disparo del argentino Giovani Lo Celso.
La probable despedida a Keylor Navas se cerró con el costarricense arrodillado en el centro del campo del Santiago Bernabéu, con los brazos hacia el cielo y aplaudiendo a la que ha sido su afición en repetidas ocasiones, gesto que fue correspondido.
El Bernabéu se rindió al tico, una sensación de la que no pudo disfrutar Gareth Bale. El galés volvió a una convocatoria tras dos partidos ausente por decisión de Zinedine Zidane, pero tan solo se sentó en el banquillo, ya que no salió ni a calentar en otro gesto más del francés de que no cuenta con él de cara al futuro.
El '11' del Real Madrid se postuló como el jugador que debía dar un paso adelante tras la marcha de Cristiano Ronaldo al Juventus el pasado verano, pero no ha respondido a las expectativas debido a la inconsistencia y también en gran medida a las lesiones que se han vuelto a repetir este año, 23 desde su llegada a la capital de España.
Una situación que le hizo ser el foco de las críticas y los pitos de la afición. Además, la vuelta de Zidane al banquillo del Real Madrid fue un jarro de agua fría para el galés, que ya se vio sin sitio con el francés a final de la pasada temporada. Lo que hizo que tras la final de la Liga de Campeones hiciera unas declaraciones en las que ponía en duda su futuro en la disciplina blanca.
Una final en la que precisamente fue el gran protagonista con un doblete y un gol de chilena que pasó a la historia de la competición y que se sumó así a grandes actuaciones individuales de Bale en fases finales de torneo, como la final de la Copa del Rey en 2014 en la que su tanto, con la icónica carrera frente a Bartra, selló el título frente al Barcelona.
Ahora, tras seis años en el Real Madrid en los que ha sumado 102 goles y 64 asistencias, el futuro del galés en el club parece haber llegado a su fin sin ni siquiera poder despedirse sobre el terreno de juego, una situación muy diferente a la vivida por Keylor Navas.