El capitán del Betis, Joaquín Sánchez, encara su vigésima temporada en el fútbol profesional "con la ilusión de seguir disfrutando" y "tranquilo" a pesar de que es consciente de que se trata de su "último año de contrato", pero "con ganas" de seguir.
En una rueda de prensa ofrecida en la concentración que el plantel bético celebra en Jerez, Joaquín ha reiterado que su deseo es "disfrutar de una buena temporada" porque "todo irá condicionado a que sea un buen año, esté contento y sea importante" para el equipo".
"Si Dios quiere, el club lo ve oportuno y yo me veo con ganas, ya decidiremos qué hacer. Ahora intento ponerme en forma, porque estoy más tieso que una mojama, viendo el mes de verano que me he pegado, que también me lo merezco", aventuró el futbolista portuense.
El extremo diestro admitió contar con ofertas de Estados Unidos y otras ligas remotas, si bien no le "hace mucha ilusión ir tan lejos" pese a que está "deseando" que la 2019-20 "no sea la última pretemporada en Montecastillo", donde se entrenó "por primera vez en 2001, en el segundo verano en el Betis: es mi segunda casa", apostilló.
Joaquín reconoció que "afortunadamente, las pretemporadas han cambiado mucho", puesto que "se ha avanzado", lo que explicó en que "antes se hacían muchas más locuras en lo físico, se corría mucho" y "ahora casi todo va enfocado a lo táctico y lo más importante siempre es el balón", algo que "agradecen los futbolistas".
El jugador verdiblanco confesó estar "con la misma ilusión que el primer día. La exigencia es máxima, se han cambiado muchas cosas para bien y el nivel es cada vez más alto", de modo que "los chavales de la cantera no tienen nada que ver con los de antes", pues llegan "más preparados y técnicamente mejores".