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El cubo de Rubi

Rubi, en un entrenamiento en Montecastillo (Foto: RBB).

El rompecabezas del Real Betis encaja con lentitud, pero a su entrenador, Joan Francesc Ferrer 'Rubi', le faltan piezas para conformar un proyecto que, en su mayor parte, podría depender de salidas de jugadores como el argentino Giovani Lo Celso, clave de bóveda de una planificación con tantas caras, variables y filigranas económicas que la podría perfectamente firmar el húngaro del cubo, Erno Rubik.

Fue el propio Rubi, sin K, quien en su comparecencia de hace unos días ofreció, entre líneas eso sí, algunas claves de un proyecto en el que dijo que hacían falta. "Un portero, un lateral y un delantero", comentó. Y en la que contarán, y mucho, las salidas para financiar los fichajes y la permanencia de algún cedido que ha vuelto. También la promoción de algún canterano que despunte en la pretemporada.

Hasta el momento, ha salido rumbo al Roma el portero Pau López. Este ha dejado en las arcas béticas 23,5 millones de euros más la mitad de los derechos que restaban del delantero paraguayo Tonny Sanabria, actualmente cedido en el Génova italiano. Por él, ha llegado el joven guardameta del Sporting de Gijón Dani Martín.

Pau López, con el que no podrá contar Rubi, en su presentación con la Roma.

Sobre la portería, Rubi ya avanzó que, desde la premisa de que es la posición "más difícil de rotar". Se podía enfocar "de dos formas: un veterano que asuma ese rol o uno joven que haga el cambio y pelee por ser el número uno", como finalmente ha sido con la llegada de Dani Martín.

En esta semana, también se ha materializado la llegada, cedido por un año con opción de compra desde el Villarreal, del interior zurdo Alfonso Pedraza, quien puede jugar en el lateral izquierdo y que se ha unido al primero de los fichajes béticos para el año próximo, el delantero Juanmi Jiménez, procedente de la Real Sociedad.

La premiosidad en la llegada de nuevas caras, unido al nada desdeñable dato de los numerosos fichajes del Sevilla, el eterno rival, ha podido hacer cundir cierto nerviosismo en una afición aún dividida tras la marcha del anterior responsable deportivo y símbolo del Betis, Lorenzo Serra Ferrer.

De la mano ahora de Alexis Trujillo, la dirección deportiva verdiblanca no ha ocultado su interés en jugadores. Uno de esos casos es el del lateral del Rayo Vallecano Álex Moreno. Y, sobre todo, del delantero del Espanyol Borja Iglesias, aunque las exigencias de sus respectivos clubes mantienen aparentemente estancadas ambas pretensiones béticas.

Rubi ya ha manifestado claramente que su preferencia para el ataque es Borja Iglesias. Aunque con el "respeto por el club al que pertenece", si se consigue fichar "seguro que va a ser importante” porque "es un jugador con mucho gol, trabajo para generar ocasiones de gol, tanto desde lo colectivo, como desde lo individual". Además, "supera los tópicos en cuanto a implicación, buena persona, ganas de crecer”.

Y es que todo podría depender de la liquidez que deje en el Betis el internacional argentino Giovani Lo Celso, comprado esta temporada por 22 millones de euros después de los tres abonados anteriormente por la cesión de una temporada al París Saint Germain, quien se ha reservado un porcentaje de un veinte por ciento de una futura venta del centrocampista.

Lo Celso, en el partido ante el Villarreal (Foto: Kiko Hurtado).

La cláusula de rescisión del rosarino es de 100 millones de euros y, aunque no llegara a esa cifra, otra cercana o satisfactoria para la entidad bética, posibilitaría los movimientos que demanda el entrenador y la afición verdiblancas, a lo que también contribuiría una eventual salida del lateral zurdo hispanodominicano Junior Firpo.

"El Betis tiene claro que son jugadores muy válidos, pero está la otra parte. A partir de ahí se tiene que intentar convencer. Y si no, tratar de sacar el mayor dinero posible para traer otro futbolista. Sé exactamente quien sí y quién no tiene la intención. Estamos hablando de un caso, que a lo mejor la idea de marchar del jugador es muy clara. El resto se queda seguro”, avanzó Rubi en su esclarecedora comparecencia, aunque a medias.

Preguntado sobre si ese caso era el del medio de Rosario, el técnico verdiblanco reconoció que ”puede ser" y matizó que "hay varios" (jugadores).

Rubi, que hoy juega sus segundo amistoso de pretemporada en Portimao ante el Oporto portugués, es consciente de que el objetivo europeo pasa por configurar una plantilla competitiva en la que no ha descartado que se quede alguno de los cedidos que han vuelto. Tampoco subir a algún canterano "que está destacando en el nivel de entrenamientos".

A la espera de conocer el futuro de los que han vuelto, como Víctor Camarasa, el japonés Takashi Inui, el serbio Darko Brasanac o el argelino Ryad Boudebouz, el único traspaso ha sido el de Sergio León al Levante. Álex Alegría y el central rumano Alin Tosca han salido con la carta de libertad. El resto, paciencia y barajar, o darle vueltas a las caras del cubo hasta que la clave, o claves, de bóveda lo desatasquen todo.

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