Hablar de Nabil Fekir es hablar, directamente, de una de las mejores zurdas del panorama futbolístico actual. Y además sin titubear. Lo es porque lleva varios años demostrándolo en el máximo nivel competitivo. No sólo en la Ligue 1 sino también en la Champions o en la Europa League. Un futbolista con un talento descomunal al que una grave lesión de rodilla frenó cuando parecía que su progresión le llevaría a conseguir cosas muy importantes. Más de las que ya ha conseguido.
Una lesión que fue hace cuatro años y que quizás le haya restado algo de velocidad punta o de capacidad de arranque, pero que no ha limitado la enorme calidad de sus piernas y de su cabeza. Porque Fekir también tiene el fútbol en la cabeza. Y lo ve fácil. Además, aquella lesión, es uno de los condicionantes que han permitido al Betis encontrar una oportunidad de mercado que no ha podido dejar escapar. Que se lo pregunten al Liverpool y a los 65 millones de euros que iba a pagar el verano pasado.
Nabil Fekir (Lyon, Francia, 18 de julio de 1993) es un futbolista espectacular, habilidoso, fuerte, imprevisible y muchas más cosas que se entienden mejor viéndolo jugar y no leyéndolas. Porque es de los que arrancan un aplauso espontáneo y un gesto de incredulidad en el aficionado cuando juega. Y porque Fekir es zurdo (y qué zurda), pero igualmente te hace un gol con la derecha desde el centro del campo. Para el que quiera confirmarlo, es una afirmación basada en hechos reales.
Se mueve bien por todo el frente del ataque, tiene una técnica depurada y un pase preciso para jugar por dentro, pero también posee la potencia necesaria para hacer diagonales hacia/desde los costados. Es un futbolista difícil de defender. Su complexión, su centro de gravedad bajo y su calidad deja pocas opciones a los defensores rivales para arrebatarle la pelota. La protege bien pese a no ser un jugador alto, algo que compensa con su enorme repertorio de regates y fintas.
Pero más allá de movimientos y técnica para driblar, hay que destacar su golpeo. Esa zurda lanza misiles teledirigidos. Es un especialista a balón parado, siendo protagonista tanto en libres directos como en penaltis y haciendo muchos goles. Pero no sólo de esta manera. Le gusta pisar el área rival y marcar golazos desde la frontal.
¿Cómo lo encajará Rubi?
En realidad, Fekir es un futbolista al que no hay que encajar. Ya se encarga él de ocupar la posición del campo en la que sabe que puede hacer más daño al rival. Pero aun así, y pensando en la pizarra, Rubi tiene dos opciones para colocarlo sobre el césped en su 4-3-3. Al fin y al cabo, parece el sistema que en más ocasiones va a utilizar. En ese dibujo, Fekir puede jugar tanto en la posición de interior como en la de extremo (o delantero de banda).
Tanto en una como en otra, es un futbolista que necesita metros para acelerar (y en muchos casos desordenar) el juego ofensivo del equipo. Colocado en la banda pierde algo de espacio, aunque mejor a pierna cambiada para hacer diagonales y tener opción de tiro. Su parcela ideal es la de mediapunta central, pero es una posición que no existe en el 4-3-3. Esto podría llevar al técnico del Betis a variar hacia un 4-2-3-1 o incluso a un 4-4-1-1 (algo que ya probó frente al Porto hace unos días). ¿Y de falso 9? Quién sabe…
Nabil Fekir es magia, es descaro, es fútbol y es talento por naturaleza.