Mil y una formas de caer

El Betis ha entrado en una peligrosa dinámica en la que ya sea por uno u otro motivo no gana. Incluso pierde, tal y como sucedió en Mestalla ante el Valencia, donde los verdiblancos ahondaron en su crisis una jornada más. Durante muchos minutos dio la impresión de que el resultado pudo ser distinto, pero los goles de Gameiro y Parejo ajusticiaron a los béticos.

En la primera hora el Betis estuvo bien plantado en el campo y se sintió superior a su rival. Sin embargo, no supo aprovechar sus momentos para adelantarse en el marcador. Lo rondó durante muchas fases, donde se vio como el sistema con tres centrales le sentaba mejor al equipo. No marcó y, como suele pasar en estos casos, lo acabó pagando.

El primer golpe, el que le propinó Gameiro, varió la fe del equipo en lo que venía haciendo y se fue desmoronando. Es cierto que el Betis siempre lo intentó y dio la cara, pero volvió a sucumbir y no tuvo capacidad de reacción. Parejo, casi en el último minuto, y Loren, en el descuento, redondearon el marcador. Otra vez el Betis se volvía de vacío fuera de casa.

Unas veces por errores defensivos y la fragilidad atrás, otras veces porque perdona las ocasiones y lo acaba pagando, otras por decisiones arbitrales difícilmente comprensibles... el caso es que el Betis no gana y ya más que mirar hacia arriba, empieza a mirar de reojo hacia abajo. El calendario y Rubi darán que hablar en los próximos días.

Ya avisó Rubi que movería el árbol en busca de soluciones. No fueron tanto los nombres, con tres cambios, sino con el dibujo táctico. El Betis volvió a jugar con tres centrales con Edgar en ese doble rol de defensa y centrocampista. Además del canterano, las novedades en el equipo fueron Sidnei, por el sancionado Bartra, y Borja Iglesias que suplió a Loren.

El Betis salió bien plantado al campo y dominando la situación. No es que el ritmo de juego fuera demasiado alto, pero los verdiblancos tenían el control de juego. Canales estaba al mando de las operaciones y los chipazos de calidad de Fekir hacían intuir que podían suceder cosas. Precisamente el francés, después de un robo, gozó de la primera ocasión a los diez minutos.

Más clara, eso sí, fue la de Gayá en el 16’. Un centro-chut del lateral sorprendió a Joel Robles y el balón se estrelló en el larguero. Poco después respondió Joaquín con una falta directa que hizo emplearse a fondo a Cillessen. El Valencia intentó estirarse algunos minutos, pero el Betis estaba más asentado en el campo y el cuarto de hora final de la primera mitad fue otra vez verdiblanco.

En el 37’ otra vez apareció la polémica con un posible penalti de Wass sobre Borja Iglesias. Tras ser revisado por el VAR, Cordero Vega no decretó la pena máxima. Minutos antes, el gallego pudo haber marcado tras un servicio de Fekir, pero su remate en el área fue defectuoso.

Las incursiones de Fekir por la derecha generaban peligro, aunque al equipo le faltaba el remate definitivo. El Valencia, por su parte, creaba su mayor inquietud desde el lateral de Gayá. Como muestra fue un disparo del valencianista justo antes del descanso que desvió atento Joel Robles.

Los goles

Una rápida contra, nada más comenzar el segundo tiempo, fue culminada con un remate de Fekir que escupió el larguero. El Betis dio un paso más y salió con mayor determinación. Claro que el Valencia no se arrugó y comenzó a apretar con más intensidad en la presión. Los de Celades lograron premio en el 59' con un ajustado disparo de Gameiro al que nadie atosigó mientras armaba el tiro. Tras dar en el palo el balón entró en la portería.

El Betis había sido superior durante muchos minutos pero no los había aprovechado. Las dudas aparecieron en los de Rubi y el Valencia comenzaba a lanzar peligrosas contras de la mano de Guedes, que había salido en la segunda mitad. Edgar, en un remate de espuela, firmó la primera ocasión bética tras el gol. Fue en un córner en el que hubo un agarrón sobre Borja Iglesias.

A falta de veinte minutos, Rubi realizó un doble cambio. Tello y Aleñá entraron por Joaquín, que se fue aplaudido, y Edgar. El extremo creó peligro a la primera con un centro que no conectó Borja Iglesias. Al delantero siempre le faltaba una décima. Los verdiblancos habían perdido el poso con la pelota y el Valencia se sentía cómodo en labores defensivas.

El último movimiento de Rubi fue sacar a Loren por Guardado para los diez minutos finales. Fekir y Aleñá lo intentaron sin éxito. Había pocos espacios en la defensa valencianista y el Betis no descifraba los huecos. Cheryshev, a la contra, rozó el segundo de los locales.

Sí atinó en el 88' Parejo, quien sentenció al resolver con tranquilidad ante la falta de intensidad de la defensa bética. En el descuento Loren, en una acción en la que se ganó el hueco antes de rematar, puso el 2-1 en el marcador. El gol cerraba un partido en el que en muchas fases pareció que pudo haber mayor botín para el Betis, pero acabó como casi siempre últimamente.

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