Joaquín Sánchez no es un futbolista cualquiera en el Betis. Ni por sus diferentes condiciones futbolísticas ni por su edad, que le llevará a finales de julio a cumplir 39 años. Por eso desde el cuerpo técnico se está mimando con especial cuidado al portuense, con vistas al atípico final de la temporada que se vivirá en el que se sucederán los partidos con poco descanso entre ellos.
El hecho de que, además, los futbolistas estuvieran tiempo confinados en casa antes de volver a la Ciudad Deportiva Luis del Sol, pese a que trabajaron con intensidad en sus hogares, supone una circunstancia especial. El Betis quiere que Joaquín llegue en las mejores condiciones a estas once jornadas y está realizando un trabajo específico para evitar lesiones, sobrecargas y que esté en el mejor momento posible.
Este lunes el equipo se entrenaba por primera vez de manera conjunta en la Ciudad Deportiva Luis del Sol, una vez las autoridades permitían el nuevo paso. Joaquín realizó parte del trabajo de manera específica, con vistas a su especial preparación.
El propio Rubi, en la rueda de prensa telemática que ofrecía hace unos días, lo explicaba: "Con él vamos a ir dosificando la carga para cuando se vuelva a competir pueda estar al máximo nivel". La fecha del 11 de junio para el derbi está en la mente de todos con el duelo ante el Sevilla en el Sánchez-Pizjuán y el capitán bético también se prepara para esa cita.