El doble cambio en el banquillo que trajo suerte al Betis

Tres meses y medio más tarde, el Real Betis se reencontró con el triunfo. Tres puntos que brindaron a Alexis Trujillo el debut soñado, válido para devolver la tranquilidad a la plantilla y espantar de un golpe los fantasmas de la zona de descenso.

Esta vez se cumplió el dicho de "entrenador nuevo, victoria segura". Aunque el Real Betis no ofreció una gran versión de juego, sí se vieron algunos matices claros que han cambiado desde que Alexis cogió las riendas. Se vio a un equipo algo más sólido atrás, aunque con muchas dudas, que consiguió dejar su portería a cero cuatro meses después. El técnico volvió a la defensa de tres, con dos carrileros por delante, y a menudo se pudo ver un Betis que buscaba romper líneas con pases verticales a la espalda de la defensa.

Superstición en el banquillo del Betis

No obstante antes de empezar el partido Alexis ya le había dado su particular toque al equipo. El técnico decidió cambiar el lado habitual del banquillo y volver al de 'siempre'. Nada más llegar Rubi decidió pasarse al que hasta la fecha era el banquillo visitante, para tener más influencia con el linier que corre por esa banda y estar más cerca de la zona de calentamiento. Algo que ya había hecho en el Sporting, aunque en Heliópolis no era nuevo. Héctor Cúper y Carlos Griguol ya lo hicieron en su día.

Ante el Espanyol, Alexis decidió volver a la 'normalidad'. El míster canario decidió cambiar y volver al izquierdo, donde ya brilló como futbolista y estuvo como segundo entrenador junto a Serra Ferrer. Un doble cambio de banquillo que trajo suerte al Betis.